Una inmersión artística en la cultura aborigen de Urapunga: el legado de las hermanas Duncan

Fatshimetrie se complace en presentar una inmersión profunda en la cultura aborigen, a través de la reciente exposición que destaca el arte de dos hermanas de Urapunga, una pequeña comunidad aborigen ubicada en la región de Arnhem Land en Australia.

El territorio de Arnhem Land se extiende desde el río East Alligator hasta el golfo de Carpentaria, cubriendo un área de aproximadamente 150.000 kilómetros cuadrados. Margaret y Rhonda Duncan son las artistas detrás de la exposición titulada «Minbala Mami Kantri», traducida como «Nuestra Madre Tierra».

A través de su arte, las hermanas Duncan pudieron capturar la vitalidad de la temporada de lluvias de la región y al mismo tiempo expresar el dolor de su madre. Comparten: “Aprendimos todo de nuestra madre, para que cuando crecieras supieras adónde ir y dónde encontrar los animales”.

El proceso artístico, según ellos, «aleja la ira, las cosas que te preocupan en el mundo actual, porque vivimos en dos mundos». Los Ngalakgan, pueblo de Urapunga, tienen una historia milenaria arraigada en este territorio. Las artistas Rhonda y Margaret Duncan perpetúan sus conocimientos ancestrales en el tejido, la pintura y la escultura.

Encarnan el vínculo entre el mundo de sus antepasados ​​y el de hoy. Su arte cuenta las historias de la Tierra de Urapunga, los lugares, los animales, la cultura, la familia y la vida de su gente. «Queremos enseñar a la gente a comprender quiénes somos y cómo vivimos», dice Rhonda.

En Australia hay alrededor de 500 pueblos aborígenes diferentes, cada uno con su propia lengua y territorio y, por lo general, están formados por varios clanes distintos. Los arqueólogos estiman que los aborígenes pisaron por primera vez el continente australiano hace unos 45.000 años.

La exposición de las hermanas Duncan es mucho más que una simple colección de obras artísticas; representa un puente entre generaciones y culturas, educando e inspirando a los espectadores sobre la riqueza y profundidad de la cultura aborigen australiana. Un legado vivo que continúa trascendiendo las fronteras del tiempo y el espacio.

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