Fatshimetrie es un tema que despierta curiosidad y plantea muchas preguntas dentro de la comunidad de Okpoama, Nigeria. De hecho, la imagen de los residentes descuartizando una ballena varada en la playa de esta localidad suscita tanto asombro ante tal descubrimiento, como preguntas sobre el origen y el destino de esta imponente criatura marina.
Con aproximadamente 15 metros de largo, 5 metros de ancho y 3 metros de alto, esta ballena parece haber sido arrastrada por las débiles olas del río, terminando varada en la orilla. Según información reportada por la agencia de noticias Fatshimetrie, vecinos de la comunidad descubrieron a la ballena varada en la madrugada, y se apresuraron a sacar machetes, sierras y hachas para desmembrar al animal marino y aprovecharlo.
Esta escena de carnicería, que todavía se desarrolla en el momento de escribir este artículo en la costa de Okpoama, revela el ingenio y el pragmatismo de los habitantes de la región, que ven en este descubrimiento una oportunidad para abastecer de pescado a la comunidad. Un avistamiento así sólo ocurre cada cinco, seis o diez años, como señala Nengi Omietimi, un residente local.
Sin embargo, el triste destino de esta ballena plantea interrogantes sobre la causa de su varamiento y muerte, que podría estar relacionada con las condiciones marítimas desfavorables. Tarinyo Akono, ex presidente del Sindicato de Periodistas de Nigeria (NUJ) en el estado de Bayelsa, cree que si el animal hubiera estado vivo cuando quedó varado, podría haber sido rescatado y devuelto a las aguas.
El presidente juvenil de la comunidad de Okpoama, Sr. Seiyefa Felix Ben-Basuo, también confirmó el incidente y el proceso de despiece de la ballena por parte de los residentes, destacando el entusiasmo y la organización que impulsa la gestión de este descubrimiento excepcional.
Esta fascinante escena de un grupo de personas descubriendo y desmantelando una ballena varada refleja tanto la interacción entre el hombre y la naturaleza, como la capacidad de las comunidades locales para adaptarse y aprovechar eventos imprevistos para asegurar su sustento. La imagen de esta ballena varada en la playa de Okpoama quedará grabada en la memoria, dando testimonio de la diversidad y complejidad de nuestra relación con el mundo marino.