En las lejanas tierras de la jefatura de Buloho, situada en el territorio de Kalehe, al norte de la provincia de Kivu del Sur, la naturaleza se mostró implacable y se cobró trágicamente cuatro vidas bajo los devastadores rayos. El domingo 26 de mayo de 2024 será recordado, marcado por un trágico suceso que costó la vida a cuatro personas e hirió a otras cinco, entre ellas el jefe de la aldea de Cirambo.
El incidente ocurrió mientras estos desafortunados presenciaban un partido en el campo de Maibano, con el cielo retumbando de ira y cayendo una lluvia torrencial. Un rayo, como un segador invisible, cayó sin previo aviso, perturbando brutalmente la tranquilidad de esta tarde deportiva. Entre las víctimas había niños, un cruel recordatorio de la crueldad del destino.
Junior Munguiko, presidente de la sociedad civil Maibano, testimonia el horror de la escena: “Las cuatro víctimas perdieron la vida instantáneamente, mientras que los heridos tuvieron que ser trasladados de urgencia al hospital para recibir atención urgente». La onda expansiva de esta tragedia se extendió por toda la comunidad, sumergiendo a todos en una profunda tristeza y perplejidad ante la violencia ciega de los elementos naturales.
Al día siguiente se organizó un funeral sobrio y solemne que reunió a las autoridades político-administrativas y a la afligida población local. Los cuerpos de los fallecidos fueron enterrados con respeto y dignidad, dando testimonio de la solidaridad y la empatía que trascienden las barreras del dolor.
En este día de luto, la comunidad de Buloho recuerda las vidas perdidas, honrando su memoria y expresando solidaridad con las familias afectadas. Frente a la brutalidad de la naturaleza y la fragilidad de la existencia humana, la compasión y la solidaridad siguen siendo escudos contra la adversidad y ofrecen un bálsamo de consuelo en medio de la agitación.
Así, a la sombra de la tragedia, brilla un rayo de humanidad que nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros, la solidaridad y la compasión pueden guiar nuestros pasos en el camino de la resiliencia y la esperanza.
Déogratias Cubaka, en Fatshimetrie