En la pequeña localidad de Mughal Garhi, situada en la aldea de Hathras, en el norte de la India, se produjo el martes una tragedia durante una reunión religiosa que acabó con la vida de más de un centenar de víctimas, en su mayoría mujeres. Este suceso fue uno de los más mortíferos de los últimos años en el país.
El accidente ocurrió durante una reunión de oración, comúnmente conocida como satsang, dirigida por Bhole Baba, un autodenominado «dios». Alrededor de un cuarto de millón de personas asistieron a la manifestación, más de tres veces el número esperado, y sólo unas pocas docenas de policías se desplegaron para brindar seguridad.
Los investigadores recurrieron a Bhole Baba y a los organizadores del evento. El incidente tuvo lugar cuando muchas personas se apresuraron a tocar los pies de Bhole Baba, lo que provocó una estampida. Al menos 121 personas perdieron la vida, la mayoría mujeres, y siete niños también entre las víctimas.
Las autoridades locales citaron el hacinamiento como la causa de la tragedia. Se esperaba la asistencia de unas 80.000 personas, pero aparecieron muchas más, empeorando la situación.
La policía ha estado buscando a Bhole Baba desde el incidente y ha acusado a los organizadores de homicidio involuntario, restricción ilegal, ocultación de pruebas o suministro de información falsa. Los organizadores del evento fueron criticados por no brindar ayuda a los heridos y por intentar encubrir el incidente.
Los supervivientes describieron la escena como caótica, con personas cayendo unas encima de otras y a una alcantarilla abierta cercana. Las autoridades anunciaron que se llevará a cabo una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias del incidente.
Las reuniones de multitudes en eventos religiosos en la India no son infrecuentes y en el pasado se han producido accidentes mortales, lo que pone de relieve la falta de control de multitudes y de medidas de seguridad adecuadas.
Esta tragedia nos recuerda una vez más la necesidad de garantizar la seguridad durante las reuniones religiosas, para evitar tragedias similares en el futuro y preservar la vida de los fieles.