Elecciones presidenciales en Túnez: un punto de inflexión crucial para la democracia.

**Fatshimetrie, 3 de julio de 2024 (ACP) – El 6 de octubre, los votantes tunecinos serán convocados a participar en las elecciones presidenciales.** Anunciado por el actual presidente Kaïs Saïed, este plazo es de crucial importancia para la futura política del país. país.

A sus 66 años, Kaïs Saïed, experto en derecho constitucional, fue elegido democráticamente en 2019. Desde entonces, ha iniciado importantes reformas, en particular la modificación de la Constitución mediante referéndum en 2022. Esta revisión estableció un sistema político-institucional atípico, caracterizado por una modelo ultrapresidencialista, que pone en duda el tradicional equilibrio de poderes.

Desde esta transición constitucional, Túnez ha sido testigo de una erosión de las libertades democráticas y una restricción de la oposición política. Figuras clave, como Rached Ghannouchi y Abir Moussi, han sido encarceladas y acusadas de diversos cargos. El Presidente Saïed también ha destituido a su discreción a varios altos funcionarios y ministros, consolidando su control en el poder ejecutivo.

Túnez se encuentra así sumido en una profunda crisis política, exacerbada por persistentes dificultades económicas. El crecimiento económico sigue siendo débil, la tasa de pobreza aumenta constantemente y el desempleo se encuentra en un nivel alarmante. Además, la cuestión migratoria ha demostrado ser un problema importante, tras una política discriminatoria iniciada en 2023 contra los migrantes subsaharianos.

Las violaciones de derechos humanos y la represión de las voces disidentes han atraído la atención de organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Las prácticas represivas del régimen actual generan preocupación por la erosión de los principios democráticos y las libertades fundamentales en Túnez.

En este contexto, las elecciones presidenciales anunciadas para el próximo mes de octubre constituyen una cuestión crucial. Los tunecinos tendrán que tomar una decisión decisiva para el futuro de su país, entre la consolidación del poder autoritario y el regreso a un sistema donde prevalezcan el diálogo, el respeto de los derechos humanos y la pluralidad política.

Por tanto, las elecciones prometen ser un momento decisivo para la democracia tunecina, llamada a reinventarse y encontrar un camino hacia la armonía y la prosperidad compartida. El desafío que se plantea es el de perpetuar los logros democráticos y construir instituciones fuertes, garantes de la estabilidad y el crecimiento económico del país.

Estas elecciones no serán sólo una formalidad democrática, sino una verdadera prueba de resiliencia para Túnez, llamado a reconectarse con un futuro donde la diversidad de opiniones y la alternancia política son pilares esenciales de la vida pública.. El pueblo tunecino tiene ahora en sus manos la responsabilidad de configurar el destino de su nación, respetando al mismo tiempo los valores democráticos y el Estado de derecho.

*ACP/C.L.*

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