Desde lo más profundo de Medio Oriente, está resonando vigorosamente un movimiento sin precedentes de apoyo a los palestinos. El viernes pasado, miles de manifestantes yemeníes se reunieron en la capital, Saná, para expresar su solidaridad con Gaza, mientras el conflicto palestino-israelí continúa durante décadas.
Los rebeldes hutíes, que controlan gran parte del territorio yemení, han realizado protestas casi todos los viernes desde que estalló la última guerra en el conflicto palestino-israelí en octubre pasado. Uno de los manifestantes dijo: «Lo que nuestro ejército, nuestros misiles y nuestras fuerzas navales ya han logrado no es suficiente para el querido pueblo yemení, que exige más. Hoy, el pueblo yemení proclama en voz alta que «no puede abandonar Palestina». «El pueblo palestino no está solo y que el pueblo yemení, en todas las regiones y provincias, apoya a Palestina con todas sus fuerzas».
Además de la Franja de Gaza, los frentes de la guerra en curso incluyen el de Cisjordania, la frontera con el Líbano y el Mar Rojo abiertos por los hutíes yemeníes. En Doha se están llevando a cabo nuevas discusiones para un acuerdo gradual de alto el fuego en Gaza. El segundo líder de Hezbollah dijo que el grupo dejaría de luchar con Israel si se llegaba a un acuerdo.
Este movimiento de solidaridad con los palestinos demuestra una unidad fuerte e inquebrantable entre los pueblos de la región, a pesar de las divisiones políticas y los conflictos internos. Destaca el poder de la resistencia y la determinación frente a la opresión y la injusticia. Mientras la comunidad internacional busca soluciones para poner fin a la espiral de violencia, estos actos de solidaridad y apoyo nos recuerdan la importancia de la compasión y la asistencia mutua para construir un futuro más justo y pacífico para todos.