El saneamiento urbano es una cuestión crucial para muchas grandes ciudades de todo el mundo, y la ciudad de Kinshasa no es una excepción. Recientemente, el nuevo gobernador Daniel Bumba Lubaki destacó la importancia del saneamiento en la capital congoleña al anunciar una operación «punch» destinada a hacer la ciudad más limpia y más agradable para sus habitantes.
De hecho, más allá de las cuestiones de seguridad y movilidad, el saneamiento es una prioridad para el Gobernador, que ha demostrado claramente su compromiso de hacer de Kinshasa una ciudad ejemplar en el continente africano. Esta visión está en línea con el deseo del presidente Félix Tshisekedi de hacer de la capital un modelo de limpieza y bienestar para sus residentes.
Para hacer realidad esta ambición, el Gobernador firmó una colaboración de cinco años con la empresa turca ALBAYRAK, especializada en saneamiento urbano. Este contrato prevé una estrecha colaboración entre la ciudad de Kinshasa y la empresa turca para implementar la operación «punch» y limpiar eficazmente todos los distritos de la capital.
Esta iniciativa es parte de una perspectiva más amplia de desarrollo sostenible, particularmente en lo que respecta al acceso a servicios de agua y saneamiento de calidad para todos. Según un informe del Banco Mundial, los Estados deben invertir masivamente en este sector para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible fijados para 2030.
En última instancia, el saneamiento en Kinshasa representa un gran desafío, pero también una oportunidad para transformar fundamentalmente la ciudad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Con un liderazgo fuerte y asociaciones estratégicas, la metrópolis congoleña podría convertirse en un ejemplo a seguir en materia de saneamiento urbano en África.
Flory Musiswa/Pasante