Fatshimetría – Kinshasa, 10 de julio de 2024
La seguridad del transporte público en la convulsa ciudad de Kinshasa se ha convertido en una gran preocupación para la Asociación de Conductores del Congo (ACCO), que hace sonar la alarma a las autoridades. Jean Mutombo, presidente de ACCO, lanzó un llamamiento urgente al gobernador de la ciudad para que adopte medidas concretas que garanticen la protección de los conductores que transportan a los habitantes de Kinshasa.
La situación es crítica, según Mutombo, que menciona un aumento de los actos delictivos dirigidos específicamente a los conductores. No sólo enfrentan ataques violentos, sino también escenarios de secuestro y robo de vehículos. Los delincuentes se hacen pasar por pasajeros, suben a vehículos y luego atacan a los conductores, estrangulándolos y despojándolos de su medio de vida.
Este nuevo modo de funcionamiento, tan furtivo como peligroso, pone en peligro la seguridad de todos los actores del transporte público en Kinshasa. Conductores y pasajeros se encuentran atrapados en esta insidiosa espiral de violencia, que amenaza la estabilidad y el buen funcionamiento del sector informal del transporte en la capital congoleña.
Ante esta alarmante situación, ACCO tiene previsto reunirse con el comisario provincial de la Policía Nacional Congoleña en Kinshasa para discutir estos crecientes problemas de seguridad. El objetivo es concienciar a las autoridades sobre la urgente necesidad de actuar para proteger a los operadores de transporte público y a los pasajeros de la violencia relacionada con los viajes en la ciudad.
Los responsables de la asociación de transporte público de Kinshasa también aspiran a reunirse con el gobernador Daniel Bumba y el comandante de la Policía Nacional Congoleña para discutir soluciones concretas destinadas a garantizar la seguridad del sector del transporte público.
A la espera de respuestas concretas de las autoridades, los conductores de Kinshasa esperan que las instituciones competentes se hagan eco de sus legítimas preocupaciones. Porque sin una seguridad efectiva del transporte público, se teme que la inseguridad y la violencia corrompan aún más un sector esencial para la vida cotidiana de los habitantes de Kinshasa.