El punto más inquietante del intento de golpe de Estado en Kinshasa-Gombe: revelaciones y idas y venidas en el Tribunal Militar

En este ajetreado día de interrogatorios en el Tribunal Militar de la Guarnición de Kinshasa-Gombe, el caso del intento de golpe de Estado del 19 de mayo de 2024 sigue revelando elementos inquietantes que ponen de relieve la complejidad de esta intriga político-militar. Entre los acusados ​​citados ante los tribunales, dos ciudadanos estadounidenses y un belga-congoleño están en el centro de los debates, atrayendo la atención tanto a nivel nacional como internacional.

Benjamín Zalman, el primero en hablar durante esta jornada de audiencias, negó categóricamente cualquier implicación en el complot revelado. Destacó las amenazas que presuntamente sufrió por parte del presunto líder de la banda, Christian Malanga, obligándolo a obedecer bajo pena de represalias. Zalman quiso aclarar el carácter puramente profesional de sus relaciones con Malanga, que se remontan a varios años y se caracterizan por intercambios exclusivamente vinculados a temas económicos.

El segundo acusado que habló, Tyler Christian Thomson, insistió en su falta de formación militar y en su negativa a participar activamente en el ataque contra la residencia de Vital Kamerhe. A pesar de las presiones, Thomson afirma haberse distanciado de las acciones de Malanga y su entorno, negándose a ejecutar órdenes que consideraba contrarias a sus principios.

Finalmente, el experto militar belga-congoleño, Jean-Jacques Wondo, dio su versión de los hechos, negando cualquier complicidad en la trama. Destacó sus contactos anteriores con Marcel Malanga, que calificó de puramente casuales, y precisó los motivos de sus viajes al extranjero, alegando motivos personales que no tienen relación con las actividades sospechosas.

A lo largo de las audiencias surgieron revelaciones inquietantes que pusieron de relieve sospechas de terrorismo, posesión ilegal de armas e intentos de asesinato, así como acusaciones de financiación del terrorismo. Estos elementos, asociados con los testimonios de los acusados, pintan un panorama complejo que revela las profundas ramificaciones de este asunto y la necesidad de una justicia imparcial para separar la verdad de la falsedad.

Si bien la audiencia fue suspendida a la espera de su reanudación el viernes 12 de julio, el Tribunal Militar de Kinshasa continúa examinando los elementos de este caso de «intento de golpe de Estado», destacando las cuestiones políticas y de seguridad que pesan sobre la República Democrática del Congo.

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