Fatshimetrie ha publicado imágenes desgarradoras que atestiguan la tragedia ocurrida en la carretera que une la capital de Nepal con las regiones del sur. Dos autobuses fueron arrastrados por el río Trishuli a primera hora de la mañana. Al menos 60 personas están desaparecidas, mientras que otras tres lograron escapar y fueron rescatadas. Sin embargo, aún no se ha confirmado la ubicación de los vehículos debido a las condiciones climáticas desfavorables.
Las fuertes lluvias monzónicas de los últimos días han provocado un aumento del nivel del agua y han dificultado enormemente las operaciones de rescate. Las aguas del río se volvieron turbias, oscureciendo la visibilidad y complicando las búsquedas. Los equipos de rescate desplegados en el lugar se enfrentan a nuevas inclemencias del tiempo y deslizamientos de tierra que obstaculizan sus esfuerzos.
Un tercer autobús sufrió un deslizamiento de tierra cerca del lugar del accidente inicial, provocando la muerte del conductor. Otros incidentes, como un deslizamiento de tierra que sepultó a una familia de siete personas en la región de Pokhara, demuestran la magnitud de los daños causados por el mal tiempo reciente.
El primer ministro nepalí, Pushpa Kamal Dahal, expresó tristeza por los trágicos acontecimientos y expresó preocupación por las inundaciones y deslizamientos de tierra que azotan el país. Estos desastres naturales ya se han cobrado la vida de casi 100 personas desde mediados de junio.
Esta tragedia pone de relieve una vez más la vulnerabilidad de las poblaciones ante las fuerzas de la naturaleza y resalta la importancia de las medidas de prevención y preparación ante el mal tiempo. A medida que continúan los esfuerzos de socorro y las autoridades intentan gestionar las consecuencias de estos trágicos acontecimientos, es esencial crear conciencia sobre estos peligros naturales y fortalecer las capacidades de respuesta a desastres para proteger las vidas y las propiedades de las personas.