**La Fatshimetrie: Un concierto para sensibilizar a los artistas congoleños de la industria musical**
La escena musical congoleña es una verdadera joya de creatividad y diversidad cultural. Sin embargo, detrás de melodías pegadizas y ritmos cautivadores se esconde una realidad a menudo compleja: la cadena de valor de la industria musical. En este contexto tiene lugar el tan esperado evento en el Museo Nacional de la República Democrática del Congo (MNRDC) en Lingwala, es decir, un concierto destinado a sensibilizar a los artistas congoleños sobre esta dimensión crucial de su arte.
Iniciado por la compañía artística Lipand’arts, este concierto tiene como objetivo reunir talentos de la música urbana de la República Democrática del Congo en torno a una reflexión colectiva sobre su lugar y su impacto dentro de la industria musical. De hecho, no basta con tener talento y producir música de calidad para triunfar en este campo competitivo. Es igualmente importante comprender el funcionamiento de la cadena de valor, desde la creación hasta la distribución, incluida la promoción y monetización del propio arte.
Monyango Mabwa, productor y miembro de Lipand’arts, insiste en la importancia de sensibilizar a los artistas sobre estas cuestiones para ayudarles a comprender mejor los desafíos y oportunidades que se les presentan. Esto implica no sólo animarles a desarrollar una visión más estratégica de su carrera, sino también animarles a colaborar más estrechamente con los diferentes actores de la industria musical.
En definitiva, este concierto no se limita a una simple actuación musical, sino que se inscribe en un proceso de reflexión y movilización colectiva a favor de una mejor comprensión de los mecanismos que rigen el mundo de la música en la República Democrática del Congo. Invita a cada artista a desempeñar un papel activo en la construcción y evolución de la industria musical congoleña, aportando su creatividad, su saber hacer y su visión única.
Así, Fatshimetrie se posiciona como un evento emblemático de la escena musical congoleña, no sólo para celebrar el talento de los artistas, sino también para apoyarlos en su trayectoria profesional y animarlos a explorar nuevas vías de desarrollo. Es a través de este tipo de iniciativa que la música congoleña puede seguir brillando e inspirando a las generaciones futuras.