Las familias de las víctimas de los atentados de los terroristas del M23 en Mweso, en la provincia de Kivu del Norte, han comenzado a enterrar a sus seres queridos bajo la vigilancia de combatientes de la resistencia llamados “Wazalendo”. Estos ataques perpetrados por terroristas del M23 despertaron la indignación entre los combatientes de la resistencia que decidieron tomar el control de la situación y perseguir a estos terroristas responsables de los asesinatos de mujeres y niños.
Shadrack Miruho, uno de los combatientes de la resistencia Wazalendo, dijo que el acto bárbaro había enfurecido a la población local y que su grupo estaba decidido a luchar por la paz en la región, incluso sin el apoyo de la comunidad internacional. Dijo: “Estamos brindando apoyo a las familias en duelo para que puedan enterrar a sus seres queridos de manera segura. No podemos tolerar a estos terroristas que matan a mujeres y niños. Continuaremos nuestra lucha para imponer la paz en casa, incluso sin la ayuda de esta famosa comunidad internacional corrupta”.
Según un comunicado de prensa de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), terroristas del M23, apoyados por el ejército ruandés, lanzaron bombas sobre la ciudad de Mweso, provocando la muerte de 19 personas e hiriendo a 27 civiles inocentes. Las fuerzas leales lograron repeler a los terroristas, evitando así un mayor número de víctimas entre la población civil.
La localidad de Mweso fue escenario de numerosos enfrentamientos entre terroristas del M23 y las fuerzas armadas congoleñas, apoyadas por combatientes de la resistencia “Wazalendo”. Esta lucha por la paz y la seguridad en la región sigue siendo un gran desafío, pero la resistencia sigue decidida a proteger a la población y poner fin a las actividades terroristas.
Esta situación plantea una vez más interrogantes sobre el papel de la comunidad internacional en la resolución de conflictos en la República Democrática del Congo. A pesar de los pedidos de ayuda y sanciones contra los grupos armados, algunas voces creen que la comunidad internacional carece de voluntad política para apoyar verdaderamente los esfuerzos por pacificar y estabilizar el país.
Por lo tanto, podemos esperar que los combatientes de la resistencia continúen luchando por la paz y que se encuentren soluciones más efectivas para poner fin al ciclo de violencia en la región de Kivu del Norte. La población local merece vivir en paz y seguridad, y es crucial que la comunidad internacional brinde apoyo concreto para lograr este objetivo.