Las recientes cifras de inflación han provocado diversas reacciones en el mercado económico y financiero. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de junio de 2024, publicado por el BNE en su informe IPC e Inflación, revela un aumento del 0,24% respecto al mes anterior, pasando así del 33,95% en mayo al 34,19% en junio. .
En términos anuales, la tasa de inflación ha subido al 11,40% respecto a junio de 2023, cuando era del 22,79%. Además, la tasa de inflación mensual en junio de 2024 se sitúa en 2,31%, lo que representa un aumento del 0,17% respecto a mayo de 2024.
Este informe destaca que el aumento del IPC en junio de 2024, tanto a nivel anual como mensual, se atribuye principalmente al aumento de los precios de ciertos artículos y servicios de la canasta de bienes y servicios a nivel divisional.
En particular, los sectores de alimentación, vivienda, agua, electricidad, gas, combustible, vestido, calzado y transporte registraron aumentos significativos. Lo mismo ocurre con el mobiliario, el equipamiento del hogar, la educación, la salud, los bienes y servicios diversos, los restaurantes, los hoteles, las bebidas alcohólicas, el tabaco, el entretenimiento, la cultura y la comunicación.
La tasa de inflación de los alimentos en junio de 2024 ascendió hasta el 40,87% interanual, registrando un notable incremento respecto a junio de 2023. Este incremento está ligado principalmente al incremento de los precios del mijo, garri, maíz, ñame, taro, aceite de palma y aceite de maní, entre otros. Los pescados secos, como la sardina, el bagre y la raya, también han visto incrementados sus precios.
En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los productos agrícolas volátiles y la energía, se situó en el 27,40% interanual en junio de 2024, un aumento significativo respecto a junio de 2023.
Se destacó especialmente el aumento de los precios de los alquileres de inmuebles, de los servicios de transporte en motocicletas y autobuses, de los servicios de alojamiento, de las consultas médicas y de los productos farmacéuticos.
Al analizar la inflación urbana y rural, vemos que esta última también registró aumentos significativos respecto al año anterior. Los estados de Bauchi, Kogi y Oyo tienen las tasas de inflación más altas, mientras que Borno, Benue y Katsina tienen las tasas de inflación más bajas.
En conclusión, estos datos de inflación resaltan los desafíos económicos actuales que enfrenta el país y exigen un análisis en profundidad para implementar políticas efectivas para mitigar el impacto en los ciudadanos y la economía en su conjunto.