El desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático representan grandes desafíos para muchos países del mundo, en particular Egipto. La Ministra de Medio Ambiente, Yasmine Fouad, destacó recientemente el compromiso de Egipto de convertir los desafíos del cambio climático en oportunidades para lograr un desarrollo bajo en emisiones y fortalecer la resiliencia y la adaptación.
Como parte de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030 de Egipto, el país se compromete a implementar un plan integral dirigido a todos los sectores del desarrollo. El ministro destacó los esfuerzos para fortalecer las acciones climáticas a nivel nacional, regional y global. Egipto ha desempeñado un papel activo en el esfuerzo mundial para combatir los efectos del cambio climático presentando tres comunicaciones nacionales y actualmente se está ultimando un cuarto informe.
La creación del Consejo Nacional sobre el Cambio Climático en 2019, presidido por el Primer Ministro, demuestra el compromiso de Egipto para mejorar la gestión del cambio climático. Este Consejo tiene como objetivo desarrollar y actualizar la estrategia nacional sobre cambio climático, vinculándola con los planes, políticas nacionales y la Estrategia de Desarrollo Sostenible.
En 2022, Egipto publicó la Estrategia Nacional sobre Cambio Climático 2050, centrándose en cinco objetivos principales, incluido el logro de un crecimiento económico sostenible y un desarrollo bajo en emisiones en varios sectores. El país también está preparando un Plan de Acción Nacional sobre Gobernanza Climática, cuyo objetivo es fortalecer la transparencia y eficacia de las instituciones gubernamentales.
Egipto está implementando una serie de políticas y proyectos climáticos en diversas áreas, como reformas de la política energética, energías renovables, eficiencia energética en los sectores de electricidad y petróleo, combustibles de bajas emisiones, transporte de bajas emisiones, gestión de residuos sólidos, financiación verde y adaptación al clima. medidas.
Este camino tomado por Egipto ilustra su compromiso con un futuro sostenible, al apuntar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la proporción de energías renovables en su combinación energética. La transición hacia una economía más verde y resiliente al clima es esencial para garantizar un futuro próspero y sostenible para las generaciones futuras.