Los Leopardos de balonmano de la República Democrática del Congo finalizaron su andadura en la 26ª Copa Africana de Balonmano en Egipto con un decepcionante sexto puesto. A pesar de las grandes esperanzas, el equipo no consiguió el último billete para el próximo campeonato mundial. En un partido crucial por el 5º puesto, los congoleños cayeron derrotados por 26-29 contra la selección de Guinea.
A pesar de su dominio en el campo, los Leopardos lucharon por romper la fuerte defensa y la portería de Guinea. Este último realizó una verdadera proeza al impedir repetidamente que los congoleños anotaran puntos. Ya en desventaja en el descanso con un marcador de 11 a 17, los Leopardos sólo corrieron detrás del marcador durante todo el partido.
Esta eliminación prematura deja un sabor amargo a la selección congoleña, que tiene un balance mixto de 3 victorias por 2 derrotas. A pesar de sus esfuerzos y su compromiso sobre el terreno, los Leopardos no lograron alcanzar el objetivo que se habían propuesto.
Sin embargo, también hay motivos para tener esperanzas sobre el futuro del balonmano en la República Democrática del Congo. La Confederación Africana de Balonmano (CAHB) entregó la bandera de la organización al presidente de la Federación Congoleña de Balonmano (FECOHAND), Marcel Amos Mbayo, con vistas a la organización de la futura CAN 2024 femenina senior en Kinshasa. Esto demuestra la confianza depositada en el país para albergar competiciones internacionales y desarrollar el balonmano a nivel nacional.
A pesar de esta decepción, el balonmano Leopards ahora puede mirar hacia el futuro y trabajar duro para mejorar y alcanzar un mayor nivel de competitividad. Este viaje hacia la 26ª Copa Africana de Balonmano fue una oportunidad para adquirir experiencia e identificar áreas de mejora para la selección congoleña. Ojalá esto sirva de motivación para prepararnos para los próximos retos deportivos que se avecinan.
En conclusión, a pesar de su desempeño desigual en la 26ª Copa Africana de Balonmano, los Leopardos del balonmano no deben darse por vencidos. Tienen la oportunidad de cuestionarse, progresar y aspirar a resultados positivos en futuras competiciones. El desafío es enorme, pero con una preparación adecuada y una determinación inquebrantable, el equipo congoleño puede aspirar a actuaciones más destacadas y a un lugar privilegiado en el panorama africano del balonmano.