Un flagelo alarmante se está extendiendo en las entidades ribereñas de los lagos de la región de Ituri, en la República Democrática del Congo. De hecho, más de 300 pescadores llevan unos tres meses incurriendo en prácticas de pesca ilegal, poniendo en peligro el ecosistema acuático de la región.
El jefe de la División del Servicio Provincial de Pesca, Charles Besisa, expresó su preocupación por esta situación en una entrevista con Radio Okapi. Según él, estos pescadores utilizan redes de malla prohibidas y cuentan con la complicidad de algunos soldados de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC).
Se instalan en campamentos de pesca ilegal, protegidos por grupos armados, poniendo en peligro la fauna acuática y reduciendo la producción pesquera en la región del lago Alberto. Esta práctica ilegal corre el riesgo de causar daños irreversibles al ecosistema y comprometer la seguridad alimentaria de la población local.
Ante esta crítica situación, Charles Besisa llamó al gobierno a hacer cumplir las normas de pesca y sancionar a los infractores. También expresó la necesidad de apoyo de las autoridades para poner fin a este tráfico de influencias que impide la aplicación de las leyes existentes.
Por tanto, es urgente tomar medidas eficaces para poner fin a esta práctica de pesca ilegal y proteger el ecosistema acuático de la región de Ituri. La cooperación entre las autoridades locales, las fuerzas de seguridad y las partes interesadas en la pesca es esencial para garantizar la gestión sostenible de los recursos acuáticos y preservar la biodiversidad.
Sensibilizar al público sobre la importancia de respetar las normas de pesca e involucrar a las comunidades locales en el seguimiento de las actividades pesqueras también puede ayudar a poner fin a esta práctica ilegal. Es hora de actuar para preservar nuestro patrimonio natural y garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras.