Fatshimetrie, 23 de julio de 2024 – En los últimos días, noticias alarmantes han sacudido la región de Masisi, en Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo. La tensión está en su punto máximo tras los informes sobre el reclutamiento forzado de jóvenes congoleños de la jefatura de Bahunde para luchar junto a los rebeldes del M23, que actúan como auxiliares del ejército ruandés. Esta triste realidad fue revelada por fuentes locales, colocando así a estos jóvenes en una situación muy preocupante.
Según la información recopilada, cientos de jóvenes fueron llevados por la fuerza a destinos desconocidos a bordo de camiones hacia Rubaya, Ngungu y Karuba, en el territorio de Masisi, donde supuestamente fueron alistados por el ejército rwandés al amparo del M23. Un testigo de la sociedad civil de la jefatura de Bahunde, Léopold Mwisha Busanga, testificó sobre la confusión que reina en la región, mientras la población local sigue insegura sobre la suerte de estos jóvenes desaparecidos.
Además de estos reclutamientos forzosos, otros informes indican un miedo creciente entre los jóvenes motociclistas de la región, que han abandonado sus actividades por miedo a ser tomados por la fuerza por los rebeldes del M23. Estos últimos los convocan a participar en reuniones de contenido desconocido, dejando un clima de terror e incertidumbre entre la población local.
Ante esta preocupante situación, la sociedad civil de Bahunde lanzó un llamamiento a la población para que denuncie estas prácticas inhumanas y desafíe el miedo que reina en la región. La violación de la tregua humanitaria por parte del M23-RDF fue una oportunidad para que estos rebeldes lanzaran ataques mortales contra las posiciones de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) en el territorio de Masisi, provocando así pérdidas de vidas humanas en 10 de julio de 2024.
Esta situación pone de relieve la urgencia de una acción internacional para poner fin al sufrimiento de la población local y proteger los derechos fundamentales de estos jóvenes congoleños que son utilizados en conflictos armados contra su voluntad. Es esencial que la comunidad internacional actúe rápidamente para garantizar la seguridad y el bienestar de la población civil en esta región ya afectada por la violencia y el conflicto armado.