**Huelga de transportistas en Kinshasa: tráfico fluido en los bulevares**
La ciudad de Kinshasa, bulliciosa megalópolis de más de 12 millones de habitantes y capital de la República Democrática del Congo, fue escenario este lunes de una situación excepcional. De hecho, los transportistas han decidido hacer huelga para exigir una adaptación del precio del viaje en función del precio del combustible en el surtidor. Esta huelga tuvo como consecuencia inmediata un tráfico extrañamente fluido en las principales avenidas de la capital.
Habitualmente congestionadas por interminables atascos, las principales arterias de Kinshasa ofrecieron este lunes un espectáculo insólito. El bulevar Sendwe, normalmente lleno de gente, se recorrió en sólo 7 minutos, en comparación con los 40 minutos habituales. En la Avenue des Huileries y en el Boulevard du 30 Juin, la fluidez del tráfico sorprendió a los residentes y a los usuarios de la vía, acostumbrados a trayectos difíciles y lentos.
En el distrito de Mitendi, habitualmente atascado por colas de coches parados, los residentes preferían desplazarse a pie debido a la falta de transporte público. Esta situación sin precedentes hizo que surgiera una solidaridad natural, en la que los transeúntes a veces ofrecían llevar a quienes lo necesitaban.
Por otro lado, al lado del Boulevard Lumumba, la vía principal que conduce al aeropuerto y a los barrios populares de la ciudad, se ha formado una marea humana. Los residentes, privados de medios de transporte, debían caminar largas distancias para llegar a sus lugares de trabajo, negocios o residencia.
La huelga de los transportistas ha sembrado confusión entre los usuarios, provocando un aumento en los precios de las tarifas de los taxis. Al testificar sobre esta situación, un funcionario estatal dijo que había pagado el doble de la tarifa habitual por su viaje en taxi. Se ha pedido a las autoridades que encuentren una solución a esta crisis inesperada, mientras se mantienen negociaciones con los sindicatos del transporte.
En conclusión, esta huelga de transportistas en Kinshasa tuvo el efecto paradójico de hacer más fluido el tráfico urbano. Los habitantes de la capital congoleña tuvieron que hacer gala de ingenio y solidaridad para compensar la falta de transporte público. Esperemos que esta situación se resuelva rápidamente por el bienestar de todos los ciudadanos de Kinshasa.