Fatshimetrie, edición del 29 de julio de 2024.
La cooperación entre la República Democrática del Congo (RDC) y las Naciones Unidas para el período 2024-2029 va tomando forma paulatinamente, en un contexto marcado por la retirada de la MONUSCO. Un paso crucial que requiere una reflexión profunda sobre los ámbitos de colaboración que deben priorizarse para garantizar el desarrollo, la estabilidad y el respeto de los derechos fundamentales en la República Democrática del Congo.
Durante un reciente intercambio entre el Representante Especial Adjunto de las Naciones Unidas, Bruno Lemarquis, y la Ministra de Estado de Asuntos Exteriores, Thérèse Wagner Kayikwamba, se delinearon los contornos del próximo marco de cooperación. Esta futura colaboración, prevista para un período de cinco años, abordará una multitud de áreas clave como el desarrollo económico, la gobernanza, los derechos humanos, el medio ambiente y el clima. Una asociación compleja y vital, bajo la autoridad de Asuntos Exteriores en consulta con el Ministerio de Planificación, que requerirá un fuerte compromiso y una coordinación impecable.
En el centro de los debates se mencionó la colaboración entre la República Democrática del Congo y las 23 agencias del sistema de las Naciones Unidas. Esta cooperación estratégica tiene como objetivo consolidar los vínculos entre las instituciones internacionales y el gobierno congoleño, con el objetivo de apoyar las iniciativas de desarrollo del país. Está en marcha la planificación de un marco de cooperación para el período 2025-2029, lo que demuestra el deseo común de fortalecer las sinergias y trabajar juntos por un futuro mejor.
Además, la situación posterior a la retirada de la MONUSCO constituye una cuestión importante en la que se centraron los oradores. El proceso de transición en Kivu del Sur fue discutido en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde la RDC expresó su satisfacción por la forma en que se produjo esta retirada. Ahora es esencial consolidar este proceso de transición y prevenir cualquier riesgo de un vacío de seguridad en la región. Las Naciones Unidas están plenamente comprometidas junto con las autoridades provinciales para garantizar una transición fluida y eficaz, garantizando al mismo tiempo el fortalecimiento de la presencia de organismos internacionales sobre el terreno.
En última instancia, el establecimiento de un nuevo marco de cooperación entre la República Democrática del Congo y las Naciones Unidas para el próximo período promete ser un gran desafío, pero también una oportunidad para fortalecer los vínculos y trabajar juntos por el progreso y el bienestar de las poblaciones congoleñas. La estrecha colaboración entre las dos partes, basada en la confianza, la transparencia y el respeto mutuo, es esencial para abordar los desafíos actuales y construir un futuro fuerte y próspero para la República Democrática del Congo.