Fatshimetrie es la trágica historia de una joven estudiante, Naja’atu Salisu, que perdió la vida repentina y misteriosamente. Su impactante muerte sumió a la comunidad universitaria en la consternación y la tristeza, dejando a todos en un estado de shock e incomprensión.
El trágico destino de Naja’atu Salisu cristalizó en un hecho tan brutal como misterioso: se desplomó en el baño de su residencia de estudiantes, dejando preguntas sin respuesta y corazones rotos. Su hermana, al descubrirla sin vida, tuvo que afrontar lo indecible, la desesperación cayendo sobre ella como una espada.
La historia de su compañera de cuarto, anunciada para proteger su identidad, relata una mañana aparentemente normal que desembocó en tragedia. Naja’atu tenía todo listo para su día antes de desplomarse, dejando ropa cuidadosamente elegida junto a su cama. Su repentina desaparición, su ausencia inexplicable, sumió a sus allegados en una angustia indescriptible.
El director de relaciones públicas de la universidad confirmó la tragedia, aportando elementos que subrayan lo inesperado de la situación. Naja’atu, una estudiante vivaz, lista para su día de clases, se encontró indefensa en el baño, perdiendo inexplicablemente el conocimiento. Lamentablemente, su traslado al hospital universitario no fue suficiente para salvar su vida y los médicos la declararon muerta.
La aceptación de esta tragedia por parte de su familia, que solicitó un funeral según los ritos islámicos, dice mucho del dolor y la resignación que invadieron a todos ante este trágico acontecimiento. La comunidad universitaria, amigos, profesores, todos tuvieron que afrontar un vacío repentino e impensable, que nos recuerda la fragilidad de la vida y la brutalidad de la muerte.
En homenaje a Naja’atu Salisu, se organizó un velorio para rendirle un homenaje final, para recordar la luz y la alegría que trajo a todos. Su prematuro fallecimiento dejará una marca indeleble en los corazones de quienes la conocieron y amaron, recordando a todos que la vida es frágil, fugaz y que cada momento merece ser apreciado.
Fatshimetrie, más allá de la tragedia, es el testimonio conmovedor de una comunidad unida en duelo, que encuentra consuelo al compartir el dolor y celebrar la vida que fue. En estos tiempos oscuros, la solidaridad y la empatía se revelan como las únicas defensas contra lo incomprensible, ofreciendo un atisbo de luz en la oscuridad que ha invadido los corazones de todos aquellos que perdieron a Naja’atu Salisu.