Calor sofocante y pasión desbordante: los aficionados a los Juegos Olímpicos de París desafían la ola de calor

Los temblores de calor resuenan en las calles de París en este día de competición olímpica. Ayer la lluvia llegó a la ceremonia inaugural de los Juegos de 2024, lo que obligó a aplazar determinados eventos. Hoy, el sol reina, elevando el mercurio y poniendo a prueba la resistencia de atletas, espectadores y residentes.

En este ambiente tórrido, los entusiastas del deporte acuden en masa a los alrededores de las sedes olímpicas y las zonas de aficionados para vivir plenamente esta celebración deportiva. Arnaud Louis, de paso por París, expresa su alegría: “¡Por ​​fin estamos disfrutando del verano en París! Lo esperábamos con impaciencia y hoy por fin ha llegado, ¡el verano ha comenzado oficialmente!”

El pronóstico del tiempo para este martes apunta a una temperatura máxima de 36°C. La ola de calor no sólo afecta al rendimiento de los deportistas durante los eventos al aire libre, sino también al confort de los espectadores, turistas y residentes locales.

Valérie Pécresse, presidenta de la región parisina, tomó medidas para apoyar a los aficionados y residentes garantizando que Île-de-France Mobilités comprara dos millones de cartones de agua para distribuirlos en la red de transporte público.

También anunció la instalación de 90 fuentes de agua en muchas estaciones, particularmente en las cercanas a las sedes olímpicas, asegurando el acceso al agua dulce para todos.

Météo France ha emitido recomendaciones, aconsejando a la gente evitar salir durante las horas de más calor y mantenerse bien hidratado, usar gorro y vaporizador si es necesario.

Île-de-France Mobilités, el operador de trenes y metros de la región de París, dijo que distribuirá dos millones de botellas de agua en varias estaciones de tren, paradas de autobús y estaciones.

Esta iniciativa se puso en marcha para satisfacer las necesidades de los diez millones de aficionados que asisten a los Juegos Olímpicos. A pesar del calor opresivo, el entusiasmo y el fervor de los aficionados siguen iluminando la ciudad de París, aportando una energía incomparable a este evento deportivo de renombre mundial.

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