Goma, 31 de julio de 2024 – La ciudad de Goma, en el corazón del este de la República Democrática del Congo, fue escenario de un trágico acontecimiento la tarde del martes 30 de julio. Un joven vendedor de créditos telefónicos, Gaël Madilu Alimasa, de 30 años, fue brutalmente asesinado a tiros por bandidos armados mientras se encontraba en la avenida Mweso, en el distrito de Kasika.
Según la información proporcionada por la señora Annie Misandi, jefa del distrito de Kasika, individuos armados abrieron fuego contra Gaël y le causaron la muerte en el brazo izquierdo debajo del omóplato. A pesar de la rápida intervención de las autoridades locales, los atacantes lograron huir hacia Camp Katindo, abandonando un arma tipo AK47 en la avenida Kilimanyoka, cerca de la oficina del distrito. El cuerpo sin vida de Gaël fue transportado a la morgue del hospital provincial de Goma, sumiendo a su familia y a sus seres queridos en un profundo dolor.
Este violento ataque tiene lugar en un contexto de seguridad ya precario en Goma, donde los actos de violencia se han convertido en algo habitual. Los habitantes del barrio de Kasika, molestos por la pérdida de Gaël, expresan su creciente preocupación por el aumento de los delitos urbanos. Recientemente, las calles cobraron vida con escenas de barricadas en el camino hacia el distrito de Katoyi, lo que refleja el miedo que ahora reina dentro de la comunidad.
Este triste asunto pone de relieve la urgente necesidad de fortalecer la seguridad y luchar contra el crimen en Goma. Las autoridades locales, en colaboración con la población, deben redoblar sus esfuerzos para garantizar la protección de los ciudadanos y restablecer un clima de confianza dentro de la ciudad.
A la espera de medidas concretas, la memoria de Gaël Madilu Alimasa quedará grabada en la memoria de la gente, simbolizando la lucha diaria por la justicia y la seguridad en las calles de Goma. Su trágica muerte exige una conciencia colectiva y una acción decidida para poner fin a la violencia que con demasiada frecuencia devasta nuestras comunidades.