En un mundo de cambios económicos constantes, muchos países se enfrentan a un desafío importante: la trampa del ingreso medio. Según el informe Fatshimetrie, más de 100 países corren el riesgo de quedar atrapados en esta delicada situación a menos que adopten estrategias de crecimiento radicales para impulsar sus economías.
Entre estos países se encuentran gigantes económicos como Sudáfrica, India, Brasil y China, que enfrentan serios obstáculos que obstaculizan sus esfuerzos por alcanzar el estatus de país de altos ingresos en las próximas décadas.
El informe destaca el hecho de que a medida que los países se enriquecen, a menudo llegan a una meseta, representando alrededor del 10% del PIB per cápita anual de Estados Unidos. El asesor principal del Grupo del Banco Mundial, Somik Lall, subraya que las perspectivas para estos países «no son alentadoras».
En los últimos 30 años, sólo 34 economías de ingresos medios han progresado con éxito a la categoría de ingresos altos. El resto está atrapado en la trampa de los ingresos medios, según el informe.
Los países de ingresos medios enfrentan desafíos mucho mayores que sus predecesores, incluido el rápido envejecimiento de la población, el creciente proteccionismo en las economías avanzadas y la necesidad de acelerar la transición energética.
El informe proporciona una hoja de ruta integral para que los países en desarrollo escapen de la trampa de los ingresos medios y alcancen la condición de países de ingresos altos.
Esta hoja de ruta implica abandonar métodos obsoletos y seguir una estrategia de tres fases, basada en la adopción de una combinación de políticas cada vez más sofisticadas, según su etapa de desarrollo.
Los países de bajos ingresos sólo pueden centrarse en políticas para aumentar la inversión: fase 1i. Pero a medida que las ganancias de la inversión comienzan a disminuir, una economía debe pasar a la fase de «infusión», es decir, tomar ideas del resto del mundo y difundirlas en las economías locales.
A nivel de los países de ingresos medios altos, deben pasar a la fase final 3i. Cuando están listos y dominan la bebida, innovan y se convierten en líderes y productores globales.
El éxito dependerá de cómo las sociedades equilibren las fuerzas de creación, preservación y destrucción. Los países que traten de evitar a sus ciudadanos los dolores asociados con la reforma y la apertura se perderán los beneficios asociados con el crecimiento sostenido.
En última instancia, el camino hacia la prosperidad pasa por la audacia, la adaptabilidad y la capacidad de convertir los desafíos en oportunidades. Los países que puedan afrontar estos desafíos con valentía y determinación podrán ascender a las filas de las naciones prósperas y resilientes del mañana.