Nigeria se encuentra actualmente sumida en altas tensiones y enfrentamientos violentos, tras las protestas contra el coste de la vida y el descontento con las actuales políticas gubernamentales. Estas protestas, denominadas #EndBadGovernanceInNigeria, recientemente han tomado un giro peligroso en algunas ciudades de todo el país, lo que ha llevado a las autoridades a poner todas las unidades policiales en alerta roja.
El jefe de policía, Kayode Egbetokun, dijo que sus fuerzas estaban completamente movilizadas y listas para responder rápidamente a cualquier amenaza potencial al orden público. También añadió que las fuerzas del orden estaban dispuestas a recibir ayuda de otros organismos de seguridad, incluidos los militares, si la situación lo requería.
Inspirados por las protestas lideradas por jóvenes en Kenia, los nigerianos han organizado el movimiento #EndBadGovernanceInNigeria, diciendo que continuarán con sus acciones hasta que se cumplan sus demandas. La ira se dirige en gran medida a las reformas económicas del presidente Bola Tinubu, implementadas hace más de un año, que han provocado un aumento vertiginoso de la inflación y un debilitamiento de la moneda nacional.
Estas reformas, incluida la eliminación de los subsidios al combustible, han sumido a muchos nigerianos en dificultades financieras, impidiéndoles comprar artículos de primera necesidad. La inflación de los alimentos se estima en alrededor del 40%, mientras que el precio de la gasolina se ha triplicado en un año.
A pesar de las críticas, el presidente Tinubu destacó que estas reformas eran necesarias para poner a Nigeria en el camino hacia un crecimiento económico sostenible. Sin embargo, estos comentarios no han apaciguado el enojo de la población, que expresa su descontento de manera cada vez más vehemente.
Lamentablemente, las manifestaciones ya han costado la vida a varios manifestantes. Si bien las autoridades sólo han confirmado cuatro muertes, Amnistía Internacional dice que 13 manifestantes perdieron la vida durante enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en varias regiones del país.
En este contexto de tensiones extremas, es esencial que las autoridades y los manifestantes encuentren puntos en común para evitar más tragedias y trabajar hacia soluciones duraderas para responder a las demandas legítimas de la población nigeriana.