Fatshimetrie publicó recientemente una alerta sobre el alarmante aumento de los casos de viruela del simio en la República Democrática del Congo (RDC). Según las últimas cifras comunicadas por la asociación humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF), el número de casos sospechosos se triplicó en 2023 hasta alcanzar más de 14.600, y lamentablemente se registraron 654 muertes.
Es preocupante observar que esta enfermedad es actualmente endémica en 11 de las 26 provincias del país, lo que refleja la preocupante propagación de la epidemia. Desde principios de 2024, la situación ha empeorado aún más, con más de 12.300 casos sospechosos notificados en 23 provincias, lo que representa alrededor del 80% de los casos registrados en un año en 2023.
Lo que suscita verdadera preocupación es la mutación genética identificada recientemente en Kivu del Sur, donde la transmisión entre humanos parece haberse mantenido ininterrumpida desde hace varios meses. Esta evolución de la enfermedad corre el riesgo de aumentar su virulencia y su capacidad de contagio, poniendo así en peligro a un número cada vez mayor de personas.
Otro motivo de preocupación surge de la presencia de la enfermedad en los campos de desplazados en los alrededores de Goma, en la provincia de Kivu del Norte. La densidad de población en estas zonas hace que la situación sea especialmente crítica y requiere una intervención urgente para proteger a las poblaciones más vulnerables.
Además, las creencias populares supersticiosas vinculadas a la enfermedad complican la implementación de medidas de salud pública. Esta percepción errónea de que la enfermedad es el resultado de prácticas místicas o brujería dificulta el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias, lo que pone de relieve la importancia de un enfoque comunitario en la respuesta a la epidemia.
Ante estos grandes desafíos, Médicos Sin Fronteras en la República Democrática del Congo lanza un llamamiento urgente a la movilización de todas las partes interesadas para intensificar los esfuerzos de lucha contra la viruela simia. Es imperativo reforzar las campañas de sensibilización y vacunación para proteger lo antes posible a las poblaciones de mayor riesgo y frenar la progresión de la enfermedad.
En conclusión, la situación actual requiere una respuesta colectiva y coordinada para contener la propagación de la viruela del simio en la República Democrática del Congo y prevenir un desastre sanitario de mayor escala. La urgencia es palpable y sólo una acción rápida y concertada permitirá frenar esta creciente amenaza a la salud pública.