**Efectos del envejecimiento sobre la fertilidad masculina**
Con el aumento de la edad paterna, cada vez más hombres se convierten en padres incluso a una edad avanzada. Sin embargo, al contrario de lo que mucha gente piensa, es erróneo considerar que el reloj biológico del hombre no existe.
La fertilidad masculina no es una fuente inagotable que nunca se agota; Los efectos del envejecimiento pesan tanto en hombres como en mujeres.
El concepto de reloj biológico masculino.
No hay una edad concreta, sino un rango de edades. Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), la disminución de la fertilidad masculina generalmente comienza alrededor de los 35 años y se intensifica alrededor de los 40 años. Los estudios han demostrado que los hombres mayores de 35 años tienen una tasa de fertilidad del 25%, mientras que las mujeres menores de 35 años tienen una tasa del 52%.
Otro estudio que analiza la correlación entre la edad y las características del esperma sugiere que la disminución de la fertilidad masculina comienza alrededor de los 35 años y alcanza su punto máximo entre los 30 y los 35 años.
Aunque los hombres continúan produciendo esperma, los criterios de calidad del esperma de la Organización Mundial de la Salud sugieren que la calidad del esperma disminuye con la edad. Estas características, que incluyen motilidad, morfología y recuento de espermatozoides, pueden comenzar a disminuir alrededor de los 35 años.
Los efectos de la edad en la fertilidad masculina
La probabilidad de concepción y la calidad del embarazo dependen en gran medida de la edad del padre. De hecho, los hombres mayores de 35 a 40 años tienen una peor salud del esperma.
Según la clínica de urología Legacy, estos son los efectos de la calidad del esperma en la procreación:
– Los abortos involuntarios aumentan un 27% entre los padres de 35 años o más, y se duplican entre los padres de 50 años.
– Los embarazos de hombres mayores de 45 años tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones en el parto y resultados adversos en el niño.
– La tasa de fecundidad de los hombres mayores de 35-40 años disminuye un 52% entre el inicio de la treintena y el final de la treintena.
– Los hombres de 45 años o más tienen 12,5 veces más probabilidades que los hombres de 25 años o menos de tardar más de dos años en concebir.
Por tanto, es fundamental tener en cuenta la edad masculina en el proceso de procreación y recordar que el reloj biológico no perdona a nadie, ni a mujeres ni a hombres.
En conclusión, aunque la atención se centra a menudo en la edad materna cuando se trata de fertilidad, no se debe subestimar la edad paterna. Es importante concienciar a los hombres sobre las consecuencias del envejecimiento en la fertilidad masculina y fomentar la concienciación de los hombres sobre la importancia de la edad en la procreación.