
En un acto de solidaridad con el pueblo del este del Congo, más de 500 mujeres participaron en una marcha en Kinshasa para denunciar la persistente inseguridad en la región. Vestidos de negro y portando llamativas pancartas, los manifestantes pidieron al gobierno que actúe de manera más proactiva para lograr la paz y luchar contra los grupos rebeldes. Las mujeres congoleñas, particularmente afectadas por la violencia y los abusos sexuales, esperan llamar la atención de la comunidad internacional sobre esta trágica situación y obtener apoyo concreto para poner fin a la inestabilidad en el este del país. Esta movilización de la sociedad civil, apoyada por defensores comprometidos de los derechos de mujeres y hombres, es un paso crucial en la lucha por la justicia y la paz en la región.