Las noticias recientes en Mali han estado marcadas por la captura de la ciudad de Kidal por el ejército maliense y combatientes del grupo paramilitar ruso Wagner. Durante su llegada se capturó una imagen sorprendente: los mercenarios de Wagner se dejaron filmar por la población de Kidal, por primera vez desde su despliegue en el país en 2021.
Hasta ahora, las imágenes de los mercenarios de Wagner eran raras y a menudo tomadas desde lejos o en secreto. Pero esta vez han elegido deliberadamente mostrarse, probablemente para mostrar su victoria y demostrar que han conseguido recuperar el control de esta ciudad estratégica que estaba en manos de grupos rebeldes tuareg desde 2013.
En las imágenes podemos ver a un luchador de Wagner avanzando en una moto en medio de una pequeña multitud que coreaba «¡Mali! ¡Mali!». Al fondo también se ve un vehículo blindado militar. Estas imágenes fueron compartidas en las redes sociales y dieron la vuelta al mundo generando muchas reacciones.
Kidal, considerado un bastión histórico de las insurgencias independentistas, había sido evacuado por gran parte de su población antes de la llegada de las fuerzas malienses y de los mercenarios de Wagner. El gobierno de transición maliense ha negado la presencia de estos mercenarios en el país y prefiere hablar de «instructores militares» que vinieron a luchar contra el terrorismo.
Cabe señalar que varias ONG acusan a los mercenarios de Wagner de abusos contra la población civil. De hecho, un informe publicado en julio de 2023 por Human Rights Watch revela que estos mercenarios, así como las fuerzas armadas malienses, han ejecutado sumariamente y desaparecido por la fuerza a varias decenas de civiles en el centro de Malí desde diciembre de 2022.
La decisión de los luchadores de Wagner de dejarse filmar en Kidal plantea muchas preguntas. Algunos lo ven como un intento de mostrar públicamente su presencia y victoria para impresionar a los occidentales. Sin embargo, esto también podría provocar tensiones y violencia con los tuaregs, si estos últimos retomaran la ciudad.
Es importante subrayar que ya existen tensiones étnicas entre los tuaregs y otros grupos étnicos, como los habitantes de Songhai, acusados de saqueos según ciertos testimonios difundidos en las redes sociales. La situación aún no está clara y es necesario recoger más testimonios para confirmar estas acusaciones.
En resumen, la captura de Kidal por el ejército maliense y los combatientes de Wagner marca un punto de inflexión en el conflicto de Malí. Las imágenes de los mercenarios de Wagner dejándose filmar son una novedad, pero también plantean interrogantes sobre las tensiones étnicas y los presuntos abusos cometidos por estos combatientes. La situación sigue siendo compleja e incierta, y es necesario seguir de cerca los acontecimientos en Malí.