“Acuerdo presupuestario en el Congreso: un raro acuerdo entre los partidos para evitar el cierre”

Acuerdo presupuestario en el Congreso de Estados Unidos: una rara demostración de unidad entre los partidos

En una rara muestra de unidad entre los partidos políticos, el Congreso de Estados Unidos evitó un inminente cierre al aprobar un acuerdo presupuestario. Al prorrogar el presupuesto federal hasta mediados de enero, los parlamentarios evitaron la parálisis de la administración estadounidense a medida que se acercan las vacaciones de fin de año.

Tras una votación masiva en la Cámara de Representantes, el Senado también adoptó el proyecto de ley por una abrumadora mayoría de 87 votos contra 11. Esta ampliación del presupuesto, que excluye la ayuda a Israel, Ucrania y Taiwán, puso fin a intensas negociaciones en el Capitolio. Sin este acuerdo, más de 1,5 millones de funcionarios habrían perdido sus salarios, el tráfico aéreo se habría visto interrumpido y los parques nacionales habrían tenido que cerrar sus puertas.

La perspectiva de un «cierre», esta parálisis del gobierno federal, era particularmente impopular, especialmente a medida que se acercaban la temporada navideña y el Día de Acción de Gracias. Los funcionarios electos de ambos partidos eran conscientes del descontento que esta situación habría causado entre la población.

Los demócratas querían incluir en el proyecto de ley una ayuda sustancial para Ucrania, Israel y Taiwán, pero los republicanos prefirieron tratar cada solicitud por separado. Algunos republicanos dudaron sobre los 61 mil millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, pero insistieron en la necesidad de apoyar a Israel y adoptar una postura dura contra China.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, reconoció que el proyecto de ley no es perfecto, pero logra el objetivo de los demócratas de evitar un cierre. Las disensiones en el Congreso son tales que los parlamentarios no han logrado aprobar presupuestos anuales, a diferencia de la mayoría de los demás países. Por lo tanto, Estados Unidos se enfrenta periódicamente a minipresupuestos que duran uno o dos meses, lo que provoca negociaciones acaloradas e inestabilidad política.

Las últimas negociaciones presupuestarias del pasado mes de septiembre sumieron al Congreso en el caos, con el presidente republicano de la Cámara acusado de llegar a un acuerdo de último minuto con los demócratas. Esta vez, el acuerdo propuesto prevé una prórroga del presupuesto hasta mediados de enero y luego hasta principios de febrero, para evitar un nuevo impasse presupuestario. El nuevo presidente de la Cámara, Mike Johnson, ha tenido que lidiar con diferentes facciones dentro de su partido, incluidos los conservadores que favorecen una gestión presupuestaria estricta y los demócratas que se niegan a dejar que les dicten su política económica.

Una vez más, Estados Unidos evitó por poco un impago de la deuda, pero la cuestión de una gestión fiscal más estable y predecible sigue siendo relevante. Los minipresupuestos son sólo un recurso provisional y el Congreso debe encontrar soluciones para adoptar presupuestos a largo plazo, como otros países desarrollados.

Mientras tanto, este acuerdo presupuestario marca una rara demostración de unidad entre los partidos y muestra que, a pesar de sus diferencias, pueden ponerse de acuerdo en cuestiones cruciales para el funcionamiento del Estado. Este acuerdo es aún más notable en un momento en que la polarización política está en su punto máximo. Es de esperar que esta cooperación continúe en los próximos meses para garantizar la estabilidad financiera a largo plazo del gobierno de Estados Unidos.

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