Nigeria ha decidido retirar todas las denuncias civiles contra Eni, el gigante petrolero italiano. Esta decisión se enmarca en la saga jurídica en torno al bloque petrolero OPL 245, en el que operaba Eni y que estuvo en el centro de graves acusaciones de corrupción.
Se trata de un importante punto de inflexión en este asunto que dura ya casi diez años. El Gobierno nigeriano acusó a Eni, así como a su socio Shell, de haber participado en una vasta trama de corrupción vinculada a la adquisición del bloque petrolero. Según estimaciones, las reservas explotables de este bloque son del orden de 560 millones de barriles, lo que la convierte en una de las concesiones más ricas del país.
Las autoridades nigerianas habían afirmado, en particular, que en el marco de esta operación se habían realizado pagos fraudulentos por valor de 1.100 millones de dólares. Los ejecutivos de Eni y Shell habían estado implicados, pero siempre habían negado su participación. Algunos de ellos incluso fueron absueltos ante los tribunales italianos el año pasado.
A pesar de la retirada de las demandas, esto no significa que las actividades en el bloque petrolero OPL 245 se reanudarán inmediatamente. Eni sigue inmersa en un conflicto con Nigeria ante los órganos de resolución de conflictos del Banco Mundial.
Este caso pone de relieve las complejas y delicadas cuestiones relacionadas con la industria petrolera en países como Nigeria. Las cuestiones de corrupción y transparencia son cruciales, al igual que las consecuencias ambientales y sociales de la explotación de recursos. Es fundamental que los actores del sector trabajen juntos para garantizar prácticas responsables y respetuosas.