La inauguración del Comité de Gestión del Fondo Especial de Reparación e Indemnización para las Víctimas de las Actividades Armadas de Uganda (FRIVAO) en la República Democrática del Congo marcó un importante punto de inflexión en la búsqueda de justicia de las víctimas. Este hecho histórico tuvo lugar en Kisangani, en la provincia de Tshopo. El vicegobernador de Tshopo, Paulin Lendongolia, expresó su satisfacción y esperanza por el resultado de este proceso.
En su discurso, Paulin Lendongolia subrayó que esta inauguración marca el fin de una pesadilla para la población de la “Grande Orientale”. Las atrocidades cometidas por Uganda en las provincias de Tshopo, Alto Uélé, Bajo Uélé e Ituri han causado inmensos sufrimientos y traumas entre los habitantes. Finalmente, la tan esperada compensación para las víctimas podría ayudar a sanar las heridas causadas por estas actividades armadas.
El vicegobernador también habló de las cicatrices persistentes de esta guerra atroz en algunas regiones, refiriéndose a un cementerio especialmente habilitado para las víctimas. Esto demuestra la magnitud de las pérdidas sufridas y la importancia de una compensación justa y equitativa.
Paulin Lendongolia reconoció que la justicia internacional no había cumplido plenamente las expectativas en términos de compensación a las víctimas. Sin embargo, expresó su esperanza de que la cantidad asignada por la Corte Internacional de Justicia permita a las víctimas y a las comunidades de las provincias afectadas sanar estas heridas. También aseguró el pleno apoyo del gobierno provincial a los nuevos directivos de FRIVAO para llevar a cabo esta delicada misión.
El importe de la indemnización, repartido en cinco tramos, cubre los daños personales, los bienes y los recursos naturales. Estos fondos, actualmente depositados en una cuenta del Ministerio de Justicia, se utilizarán una vez que el FRIVAO esté en pleno funcionamiento.
Esta inauguración marca un importante paso adelante en la búsqueda de justicia para las víctimas de las actividades armadas de Uganda en la República Democrática del Congo. Es de esperar que esta iniciativa ayude a aliviar el sufrimiento sufrido y allane el camino para una reconstrucción genuina de las comunidades afectadas.