En un mundo marcado por conflictos y tensiones geopolíticas, la búsqueda de la paz en Oriente Medio sigue siendo una cuestión importante. En este contexto, miles de personas se reunieron el domingo en París para participar en una «marcha silenciosa» a favor de la paz en la región.
Organizado por iniciativa de un colectivo que reúne a cerca de 600 personalidades del mundo de la cultura, este evento simbólico tuvo lugar desde el Instituto del Mundo Árabe hasta el Museo de Arte y de Historia del Judaísmo. Entre los participantes se encontraban personalidades como la actriz Isabelle Adjani, el escritor Marek Halter y el ex Ministro de Cultura Jack Lang.
Esta marcha silenciosa tenía como objetivo expresar solidaridad pacífica a favor de la paz, sin tomar partido por un bando ni por el otro. Los participantes llevaban brazaletes blancos y banderas azules con una paloma blanca y la palabra «paz». Una gran pancarta blanca sin eslogan recordaba el deseo de neutralidad absoluta, en respuesta al sonido de las armas y al extremismo vociferante.
Esta manifestación se produce una semana después de otra gran marcha en París, esta vez contra el antisemitismo, que reunió a más de 100.000 personas. Personalidades culturales han optado por manifestarse en silencio, porque creen que no pueden expresarse eficazmente en el contexto actual. De hecho, los artistas afrontan un período en el que los matices están desapareciendo y en el que las redes sociales son escenario de insultos y estigmatización. Esta marcha silenciosa es, por tanto, una alternativa para expresar su tristeza y asombro ante los acontecimientos actuales, sin tomar partido de manera partidista.
La organizadora del evento, la actriz Lubna Azabal, destaca también las exigencias de elegir bando y la dificultad que encontró para movilizar rostros jóvenes de la música y el cine. Estos últimos temen perder sus suscriptores en las redes sociales y ser etiquetados como parte de esta iniciativa.
A pesar de estos desafíos, los participantes en la marcha silenciosa expresaron su deseo de no permitir que prevalezca el odio. Para ellos, esta marcha es una forma de mostrar su compromiso con la paz, superando las divisiones y buscando soluciones pacíficas a este complejo conflicto.
En conclusión, la «marcha silenciosa» por la paz en Oriente Medio que tuvo lugar en París reunió a miles de personas comprometidas con la búsqueda de una solución pacífica a este conflicto. A pesar de las dificultades y tensiones, estos participantes expresaron su deseo de no elegir un bando al que odiar, sino trabajar juntos para encontrar soluciones equilibradas y duraderas.. Esta iniciativa subraya la importancia de movilizar a la sociedad civil en la resolución de conflictos y recuerda que la paz en Oriente Medio sigue siendo un objetivo esencial para la estabilidad de la región y del mundo entero.