En la región de Maï-Ndombe, se proporcionó ayuda humanitaria a los hogares afectados por la violencia relacionada con el conflicto entre Teke y Yaka en Kwamouth. Estos hogares recibieron un kit que incluía artículos de primera necesidad para el hogar, como una manta, ollas, platos, una palangana, un balde de plástico, un recipiente de veinte litros y pastillas de jabón. Esta ayuda, valorada entre 145.230 y 325.000 francos congoleños, fue financiada por la Unión Europea en el marco del proyecto Echo 2, llevado a cabo por un consorcio formado por el jefe del equipo de Cáritas internacional Bélgica, Cáritas Congo, la Diaconía de la archidiócesis de Kinshasa y Magna. .
En total, 584 hogares desplazados y familias de acogida se beneficiaron de esta asistencia. Los criterios de vulnerabilidad se tuvieron en cuenta durante la distribución, que fue supervisada por un comité de múltiples partes interesadas. Los beneficiarios expresaron su agradecimiento a los generosos donantes y destacaron la importancia de esta ayuda en sus vidas, ya que enfrentan muchas dificultades.
Sin embargo, es importante señalar que otros hogares desplazados en otras localidades afectadas por la crisis de Maï-Ndombe no pudieron beneficiarse de esta asistencia. Además, algunas comunidades de acogida que acogen a estos desplazados desde hace varios meses tampoco han recibido ayuda, a pesar de sus urgentes necesidades. Caritas Congo pidió a las autoridades que aumenten los recursos financieros para ayudar a estas personas que lo han perdido todo y que siguen sufriendo el trauma causado por las atrocidades vividas.
Es esencial que se restablezca la paz en la región de origen de estas personas para que puedan reconstruir sus vidas y recuperar cierta estabilidad. Acciones humanitarias como esta muestran la importancia de la solidaridad y de ayudar a los más vulnerables en tiempos de crisis. Esperemos que estos esfuerzos continúen y se brinde más apoyo a quienes más lo necesitan.