Los partidos sursudaneses tienen hasta el primer trimestre de 2024 para llegar a un acuerdo sobre decisiones cruciales si desean celebrar elecciones libres, justas y creíbles en el plazo previsto. Así lo afirmó el jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) el pasado jueves.
«De cara al futuro, sería imposible prever elecciones libres, justas y creíbles en diciembre de 2024 a menos que todos los partidos, líderes y partes interesadas de Sudán del Sur asuman el mando y logren llegar a un acuerdo sobre un conjunto crucial de decisiones para el primer trimestre de 2024.»
Si bien Haysom acogió con satisfacción la reconstitución de órganos electorales clave, como la Comisión Electoral Nacional, destacó que se les debe dotar de recursos y ponerlos en funcionamiento rápidamente para cumplir sus mandatos.
“Permítanme enfatizar que las elecciones no son un evento de un día, sino un proceso que incluye decisiones reflexivas y deliberadas antes, durante y después de las elecciones. Todos estos procesos deben contar con el pleno apoyo y aceptación de los sursudaneses, particularmente en. el caso de un país que emerge de un conflicto divisivo.»
Sudán del Sur se independizó en 2011. Después de un acuerdo de paz en 2018 que puso fin a una guerra civil, se debían celebrar elecciones en febrero de este año. Sin embargo, el gobierno de unidad nacional de Salva Kiir y Riek Machar no respetó las principales cláusulas del acuerdo.
En la conferencia de prensa, SRSN Haysom también expresó su preocupación por los informes de violencia reciente en el área administrativa de Abyei y el estado de Warrap, e instó al gobierno a recurrir a métodos de resolución pacífica de disputas.
La UNMISS continúa protegiendo a los civiles y apoyando a las autoridades estatales, dijo Haysom, pero añadió que se deben finalizar los acuerdos de seguridad transitorios. Para concluir, reiteró que Sudán del Sur debe completar su tan esperada transición democrática.
El Representante Especial del Secretario General para Sudán del Sur también abordó la emergencia humanitaria del país, que se ve exacerbada por la afluencia de repatriados y refugiados que huyen de los conflictos en el vecino Sudán, la reducción de la financiación, el cambio climático y los continuos riesgos para los trabajadores humanitarios.