El 26 de noviembre, el jefe del ejército sudanés, Abdel Fattah al-Burhan, viajó a Yibuti para reunirse con el presidente yibutiano, Ismail Omar Guelleh. En el centro de sus discusiones estuvo el conflicto de siete meses entre el general al-Burhan y el general Mohamed Hamdan Daglo, jefe de las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Durante este encuentro, ambos saludaron las diversas iniciativas encaminadas a encontrar una solución a la crisis en Sudán, como los debates liderados por la Unión Africana o los de Jeddah apoyados por los Estados Unidos y Arabia Saudita. Destacaron la importancia de coordinar esfuerzos para evitar cualquier dispersión.
Ismail Omar Guelleh también advirtió contra una continuación del conflicto, diciendo que abriría el camino a intervenciones extranjeras destinadas a dividir Sudán. Recordó que la IGAD, organización regional del Cuerno de África de la que Sudán es miembro, fue una de las primeras instituciones en intentar mediar en esta crisis.
Después de su reunión en Djibouti, Abdel Fattah al-Burhan se dirigió a Asmara, Eritrea, donde mantuvo una conversación en el aeropuerto con el presidente Isaias Afwerki. Según un comunicado del Consejo Soberano de Transición, el jefe del ejército sudanés pidió la rápida celebración de una cumbre de la IGAD sobre la situación en Sudán.
Este viaje de Abdel Fattah al-Burhan se produce pocos días después de peticiones similares en Kenia y Etiopía. Algunos observadores de la región creen que el general al-Burhan busca que la IGAD tome el control de las negociaciones, mientras pierde terreno militarmente, particularmente en Darfur.
Por lo tanto, es esencial seguir de cerca la evolución de la situación, en particular las iniciativas tomadas por la IGAD, con el objetivo de encontrar una solución pacífica a este conflicto que ya ha durado demasiado. Permanezcamos vigilantes y esperemos que se tomen medidas concretas para restablecer la estabilidad y la paz en Sudán.