Los marroquíes se manifestaron en una poderosa muestra de solidaridad con el pueblo palestino el domingo, cuando decenas de miles de personas salieron a las calles de Casablanca para exigir un alto el fuego permanente en Gaza y el fin de las relaciones diplomáticas con Israel. Inspirados por el conflicto en curso y la reciente escalada de violencia entre Israel y Hamás, los manifestantes ondearon banderas palestinas y lucieron con orgullo las icónicas bufandas keffiyeh en blanco y negro.
Esta manifestación masiva marca un cambio significativo en el sentimiento público en Marruecos, donde las protestas pro palestinas han disminuido en los últimos años tras la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel en 2020, como parte de los Acuerdos de Abraham más amplios firmados entre Israel y varios países árabes. Sin embargo, el devastador saldo del reciente conflicto ha reavivado la pasión y la determinación del pueblo marroquí de mostrar su apoyo inquebrantable a la causa palestina.
«Lo que necesitamos no es sólo una tregua temporal, sino un alto el fuego permanente que pueda allanar el camino hacia una paz duradera», afirmó Nabila Mounib, una destacada diputada socialista que participó en la protesta. «Nuestro objetivo final es ver el establecimiento de un Estado palestino soberano con Jerusalén como su capital, el derecho de retorno de todos los refugiados palestinos y la liberación de los prisioneros palestinos retenidos injustamente en cárceles israelíes».
La manifestación tuvo lugar durante un alto el fuego de tres días entre Israel y Hamás, tras semanas de combates incesantes que han resultado en una trágica pérdida de vidas. Según funcionarios de ambos lados, casi 15.000 palestinos y 1.200 israelíes han perdido la vida en el conflicto. Las víctimas, en su mayoría civiles, han provocado indignación y renovados llamados a una intervención internacional para poner fin a la violencia.
Los manifestantes en Casablanca no están solos en su llamado a la justicia y la paz. En todo el mundo, personas, organizaciones y gobiernos se solidarizan con el pueblo palestino e instan a los líderes mundiales a tomar medidas inmediatas para detener la violencia y buscar una solución sostenible al conflicto palestino-israelí.
El mensaje rotundo de los marroquíes es claro: es hora de poner fin al sufrimiento y al peligro que enfrenta el pueblo palestino. La comunidad internacional debe unirse para ejercer presión diplomática sobre todas las partes involucradas para negociar una resolución justa y duradera que respete los derechos y aspiraciones tanto de israelíes como de palestinos.
En un mundo cada vez más interconectado, es crucial que reconozcamos la humanidad y la dignidad compartidas de todos los individuos, independientemente de su nacionalidad o religión. Sólo a través de un diálogo genuino, empatía y un compromiso con la justicia podemos esperar lograr una paz duradera en Medio Oriente y más allá. La firme muestra de solidaridad de Marruecos con la causa palestina sirve como un poderoso recordatorio de que la búsqueda de la paz es una responsabilidad universal que exige nuestra acción colectiva.