Los drusos forman una comunidad árabe en Israel, cuyo compromiso y lealtad al Estado judío han sido reconocidos desde hace mucho tiempo. De hecho, esta minoría religiosa tiene una tradición de servicio militar y participación activa en el esfuerzo bélico israelí. Sin embargo, a pesar de su compromiso, los drusos se sienten marginados y discriminados, particularmente debido a la controvertida ley de estado-nación de 2018, que coloca a Israel como un estado judío.
Los drusos son una rama del Islam chiíta, pero practican una forma diferente de esa religión. Tienen una historia tumultuosa, marcada por la persecución y la discriminación, que ha fortalecido su sentido de unidad comunitaria. A cambio de su compromiso con Israel, se les concedió cierto grado de autonomía en áreas como la educación y la justicia administrativa.
Sin embargo, los drusos vivieron la ley del Estado-nación como una traición. Establece a Israel como un estado judío y convierte al hebreo en el único idioma oficial. Los drusos, que derramaron su sangre en combate en apoyo de Israel, se sienten excluidos de esta definición del Estado. Ven esto como una ruptura del «pacto de sangre», la alianza inquebrantable entre los drusos e Israel.
Desde los recientes enfrentamientos con Hamás, varios soldados drusos han muerto en combate. Para esta comunidad, la participación en el ejército israelí es una parte integral de su identidad y de su apoyo a Israel. Sin embargo, a pesar de su contribución y sacrificio, sienten que no son suficientemente reconocidos y respetados.
Ante la presión de los representantes de la comunidad drusa, el gobierno israelí parece dispuesto a hacer algunas concesiones. Sheikh Mowafaq Tarif, un clérigo druso, pidió que se enmendara la ley del Estado-nación y que se reconocieran los derechos de la comunidad drusa. Exige que el gobierno tenga en cuenta su contribución y sacrificio por Israel.
Los drusos israelíes también ven su participación militar como una oportunidad para el avance social. Tienen menos oportunidades en una sociedad moderna y liberal debido a la reticencia hacia la modernidad y la noción de igualdad entre hombres y mujeres. En consecuencia, muchos drusos eligen la carrera militar, donde algunos han alcanzado altos puestos en la jerarquía militar.
En conclusión, los drusos en Israel son una comunidad árabe que ha mantenido una lealtad histórica al Estado judío. Su participación en el ejército israelí está profundamente arraigada en su identidad, pero se sienten marginados y discriminados por la ley del Estado-nación. Es importante que el gobierno israelí reconozca su contribución y sus derechos para mantener la valiosa alianza entre los drusos e Israel.