En Madagascar, las fuerzas armadas toman posición antes del anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales. Durante una conferencia de prensa en Antananarivo el miércoles 29 de noviembre, altos funcionarios de Emmo-Nat, que reúne al ejército, la policía y la gendarmería, lanzaron una advertencia clara: no se tolerará ninguna desestabilización.
El general William Michel Andriamasimanana insistió en que nadie dentro de las fuerzas de seguridad puede hacer declaraciones sin la autorización de la jerarquía. También destacó las presiones ejercidas contra el Alto Tribunal Constitucional por elementos de las fuerzas armadas, tanto retirados como en servicio, así como por la sociedad civil y ciertos políticos.
Esta declaración se produce cuando la victoria de Andry Rajoelina está a punto de ser proclamada el viernes 1 de diciembre. Mientras que once de los trece candidatos ya han anunciado que no reconocerán los resultados de la votación, los responsables de Emmo-Nat son categóricos: apoyarán plenamente la decisión del Alto Tribunal Constitucional. Por tanto, piden a los perdedores que acepten su derrota.
Esta declaración no hace más que reforzar la postura intransigente de las fuerzas armadas, que recientemente arrestaron a dos coroneles de alto rango del ejército acusados de incitar a un motín e intentar un golpe de estado. Actualmente se encuentran detenidos en espera de juicio.
La firmeza mostrada por las fuerzas armadas tiene como objetivo garantizar la estabilidad del país y prevenir cualquier acto de violencia o desestabilización durante este período crítico. Mientras la gente espera ansiosamente el anuncio de los resultados y las tensiones políticas son palpables, es esencial preservar la paz y el orden. Por lo tanto, las fuerzas armadas desempeñan un papel clave en la preservación de la seguridad nacional.
Por tanto, es importante que todos los actores políticos respeten las decisiones de las instituciones responsables de validar los resultados electorales y garantizar la integridad del proceso democrático. La unidad y la cooperación son esenciales para consolidar la democracia en Madagascar y permitir que el país avance en el camino hacia el desarrollo.
En conclusión, la posición adoptada por las fuerzas armadas malgaches antes del anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales demuestra su compromiso con la estabilidad y la democracia. Su firmeza tiene como objetivo prevenir cualquier riesgo de desestabilización y garantizar la seguridad del país. Al respetar las reglas democráticas y aceptar los resultados electorales, los actores políticos contribuyen a fortalecer la confianza del pueblo malgache en el proceso democrático y a garantizar la paz y la unidad nacional.