Bajo presión: La falta de mantenimiento del orden público -o incluso de cualquier mantenimiento del orden- se hace evidente durante las numerosas protestas en todo el país, en particular durante los disturbios de julio de 2021. La escena está ilustrada por una impactante foto de una manifestación, con agentes de policía. abrumados y abandonados ante la violencia.
La falta de una aplicación adecuada de la ley para hacer frente a estas situaciones es preocupante y plantea muchas preguntas sobre la capacidad del gobierno para mantener seguros a sus ciudadanos. Las imágenes de saqueo, destrucción y violencia conmocionaron a muchos observadores y resaltaron la urgencia de fortalecer la aplicación de la ley.
Más allá de las consecuencias inmediatas sobre el terreno, la falta de mantenimiento del orden público también tiene repercusiones a largo plazo en la confianza de los ciudadanos en las autoridades. Cuando las protestas degeneran en disturbios incontrolables, se pone en duda la capacidad de las fuerzas del orden para proteger a la población y hacer cumplir la ley.
Esta falta de mantenimiento del orden público pone de relieve las lagunas en la planificación y gestión de la fuerza policial. Es crucial implementar estrategias efectivas para prevenir y gestionar situaciones tensas, para evitar que las protestas pacíficas se conviertan en un caos total.
Una formación adecuada para las fuerzas del orden, recursos apropiados y una estrecha cooperación entre los organismos de seguridad son esenciales para hacer frente a estas situaciones. También es importante establecer canales claros de comunicación entre los organizadores de las protestas y las fuerzas del orden, para facilitar una respuesta.