La situación actual en el sur de la Franja de Gaza es sumamente preocupante. Bajo los intensos bombardeos del ejército israelí, la población local vive en condiciones humanitarias desastrosas. Ante esta situación crítica, el Consejo de Seguridad de la ONU tuvo que votar una resolución destinada a mejorar la ayuda humanitaria sobre el terreno. Sin embargo, bajo la presión de Estados Unidos, el texto fue en gran medida debilitado y reelaborado, poniendo en duda la eficacia de esta resolución.
Los bombardeos israelíes han causado daños generalizados en el sur de la Franja de Gaza, especialmente en un punto fronterizo vital para la ayuda humanitaria. Por su parte, los combatientes palestinos respondieron lanzando una treintena de cohetes hacia Israel, provocando la activación de sistemas de alerta en varias localidades. Hamas, el movimiento islamista palestino, dice que los intentos de Israel de eliminarlos están condenados al fracaso.
Esta escalada de violencia provocó una reacción de la comunidad internacional. El presidente francés, Emmanuel Macron, viajó a Jordania para celebrar la Navidad con las tropas francesas desplegadas en el país, mientras que el presidente del Senado, Gérard Larcher, se encuentra de visita en Israel y Cisjordania. Además, la Unión Europea adoptó un plan de ayuda de 118 millones de euros para apoyar a la Autoridad Palestina, con el fin de garantizar el pago de salarios y pensiones de los funcionarios, prestaciones sociales a las familias necesitadas, así como el traslado de pacientes a hospitales en Este de Jerusalem.
Las cifras de pérdidas humanas son alarmantes. Según el gobierno de Hamás, más de 20.000 palestinos han muerto en ataques israelíes desde que comenzó la operación. Los heridos también se cuentan por miles, con más de 53.000 personas afectadas. Las víctimas son principalmente mujeres y jóvenes menores de 18 años. Del lado israelí, el gobierno afirma haber eliminado a más de 2.000 combatientes palestinos desde el fin de la tregua a principios de diciembre. Lamentablemente, 129 rehenes siguen retenidos en la Franja de Gaza, lo que añade una dimensión humanitaria adicional a esta tragedia.
La comunidad internacional se está movilizando urgentemente para intentar poner fin a esta crisis humanitaria y encontrar una solución duradera al conflicto palestino-israelí. Los países europeos, a través de la Unión Europea, están brindando ayuda financiera sustancial para apoyar a los palestinos. Sin embargo, es innegable que se necesitan acciones políticas concertadas y un diálogo constructivo entre las partes interesadas para esperar poner fin a esta ola de violencia. Es deber de la comunidad internacional hacer todo lo posible para proteger a los civiles y trabajar por una paz duradera en la región.