La ciudad de Kherson, situada en el sur de Ucrania, volvió a ser blanco de ataques rusos este fin de semana. Estos ataques, que tuvieron lugar el sábado y el domingo, dejaron cuatro muertos según el gobernador regional.
El gobernador regional, Oleksandr Prokudin, deploró estos ataques en un mensaje publicado en Telegram. Dijo que el ejército ruso bombardeó anoche el centro de la ciudad de Kherson. Un proyectil impactó en un edificio residencial y mató a un hombre de 87 años y a su esposa de 81. Otro residente de la ciudad, de 54 años, resultó herido y sufrió un traumatismo craneoencefálico y lesiones en las piernas.
Los ataques rusos no se limitaron al centro de Kherson. Los servicios de emergencia también encontraron el cuerpo de un hombre muerto entre los escombros. En total, estos ataques dejaron cuatro muertos y nueve heridos, entre ellos un niño.
Es importante destacar que Kherson ha sido bombardeada periódicamente desde su reconquista por las fuerzas ucranianas en noviembre de 2022. Situada al otro lado del río Dniéper, que marca la línea del frente, la ciudad se ha convertido en un objetivo importante para el ejército ruso.
Además de estos ataques terrestres, la Fuerza Aérea de Ucrania también interceptó durante la noche varios drones explosivos lanzados por Rusia. Esta nueva forma de amenaza añade aún más tensión a la ya extremadamente precaria situación de la región.
Estos nuevos ataques ponen de relieve una vez más la necesidad de una intervención internacional para poner fin a este conflicto. Los civiles de Kherson y otras ciudades ucranianas son rehenes de bombardeos incesantes y deben vivir temiendo constantemente por su seguridad.
También es esencial condenar estos ataques rusos que deliberadamente tienen como objetivo zonas residenciales, instalaciones médicas e infraestructuras vitales. Los daños materiales son considerables y tienen un grave impacto en la vida cotidiana de los residentes.
En conclusión, es urgente encontrar una solución diplomática para poner fin a este conflicto mortal en Ucrania. La población civil no debe ser víctima de ambiciones políticas y agresiones militares. La comunidad internacional debe actuar rápidamente para proteger las vidas y la seguridad de los civiles ucranianos.