Convertirse en gobernador y ser conocido como «Gobernador Bailarín» no son títulos que suelen ir de la mano. Pero eso no impidió que la gobernadora de Nigeria, Adeleke, causara revuelo con sus brillantes y enérgicas actuaciones de baile públicas, que rápidamente se volvieron virales en las redes sociales.
Sin embargo, esta excentricidad le valió duras críticas por parte de sus adversarios políticos, quienes a menudo lo consideraban incapaz de asumir serias responsabilidades de gobierno. Sin embargo, sus seguidores lo ven como una personalidad accesible y cercana al pueblo.
Durante una entrevista reciente en ARISE TV, el gobernador de 63 años reveló su obsesión por el baile y cómo su padre obstaculizó su sueño infantil de convertirse en artista.
«En realidad, debería haber sido músico todo el tiempo. Pero en los años 60, cuando éramos niños, mi padre no lo permitía», dijo.
Si bien él mismo no logró convertirse en músico, Adeleke afirma haber transmitido su talento musical a su hijo, B-Red, una estrella de la música nigeriana. También afirma haber transmitido este ingenio a su sobrino, David Adeleke, más conocido como Davido, una megaestrella del afrobeat.
No creían que fuera legítimo que alguien hiciera música. Sólo querían que fueras a la escuela. Entonces eso me desanimó. Pero sé que tengo este talento. Este es el talento que le transmití a mi sobrino y a mi hijo.
“Si pones música ahora, no sé cómo pasa, pero mi cuerpo empieza a moverse sin que me dé cuenta”.
Una anécdota interesante sobre el gobernador Adeleke es que en 1981, cuando viajó a Estados Unidos para realizar sus estudios, se matriculó en la Universidad Estatal de Jacksonville en Alabama. Fue allí donde participó en un concurso de baile durante el aniversario del establecimiento. Adeleke reveló que quedó tan cautivado por la música y el baile que representó con orgullo a su escuela hasta la final.
La historia de Adeleke nos muestra que incluso cuando nos desanimamos de perseguir nuestra pasión, eso no significa necesariamente que desaparezca por completo. Sus enérgicas presentaciones de danza son prueba viviente de que ha mantenido encendida su llama artística, aunque se manifiesta de manera diferente a lo que inicialmente aspiraba.
Adeleke es un ejemplo inspirador de perseverancia y de seguir tu pasión a pesar de los obstáculos. Su dinámica personalidad sigue llamando la atención, ya sea en el escenario político o en la pista de baile. Y gracias a él, la política nigeriana puede haber encontrado un ritmo diferente y un enfoque más accesible para la gente.