Título: Una tribu llamada Judá: Un éxito rotundo para Funke Akindele
Introducción :
En la floreciente industria cinematográfica de Nigeria, algunas producciones logran destacarse de manera excepcional. Es el caso de la película Una tribu llamada Judá, dirigida por Funke Akindele, que recientemente alcanzó la impresionante cifra de mil millones de nairas de ingresos. Este éxito es a la vez un testimonio de la creatividad del sector y una señal del entusiasmo del público por el cine nigeriano.
Un récord inigualable:
Una tribu llamada Judá tuvo un buen comienzo tras su lanzamiento en diciembre de 2023, recaudando un total de 113.274.357 millones de naira en su primer fin de semana de funcionamiento. Esta actuación la convirtió en la película nigeriana con mayor estreno del año. Pero ese fue sólo el comienzo de su meteórico ascenso.
Un maremoto en los cines:
En muy poco tiempo, A Tribe Called Judah se convirtió en un fenómeno y agotó las entradas para sus sesiones en todo el país. Su éxito es tal que actualmente se emite en Reino Unido. Selon l’Association des exploitants de cinéma du Nigeria (CEAN), il a terminé l’année 2023 avec un total de recettes de 854,284,939 millions de nairas, ce qui en fait le film nigérian le plus rentable de l’année, voire de tous los tiempos.
Un éxito que atestigua el crecimiento del cine nigeriano:
El éxito de Una tribu llamada Judah es indicativo de la época dorada que atraviesa la industria cinematográfica nigeriana. Los directores y actores locales tienen cada vez más capacidad para atraer espectadores y competir con producciones extranjeras. Funke Akindele, como directora talentosa, ha cautivado al público con su película, brindando así una experiencia cinematográfica nigeriana de calidad.
Conclusión :
Una tribu llamada Judah es una auténtica joya del cine nigeriano que ha conquistado el corazón del público y alcanzado niveles de recaudación sin igual. Funke Akindele, con su talento como directora, ha creado una película cautivadora y entretenida. Este éxito atestigua el crecimiento de la industria cinematográfica nigeriana y la calidad de las producciones locales. El cine nigeriano ha ocupado verdaderamente su lugar en la escena internacional, y Una tribu llamada Judah es una prueba contundente de ello.