En un caso reciente que fue noticia, la Aduana de Nigeria arrestó y confiscó una camioneta blindada perteneciente a Bankers Warehouse. La razón ? Sacos de 50 kg de arroz extranjero, cuidadosamente escondidos en el interior del vehículo. Además de los sacos de arroz, a bordo de la furgoneta también se descubrió una suma colosal de 24,4 millones de naira.
El incidente ocurrió en la carretera Sokoto-ljoun/Joga en el área de Abeokuta. Gracias a un equipo conjunto de patrulla fronteriza, la aduana pudo identificar el vehículo sospechoso y realizar una búsqueda exhaustiva. La aduana pronto notó un comportamiento sospechoso en la camioneta, que pertenece a la sucursal de Access Bank en Abeokuta.
Los agentes de aduanas descubrieron que en esta furgoneta, con matrícula FKJ 993 BZ, transportaban 12 sacos de arroz sancochado extranjero, de 50 kg cada uno. El arroz estaba hábilmente escondido para disimular su presencia. Una vez identificado el arroz, el vehículo y su carga fueron confiscados y transportados a la sede de aduanas en Abeokuta.
Sin embargo, el asunto no terminó ahí. Tras una inspección más detallada de la camioneta, los funcionarios de aduanas descubrieron la presencia de 24,4 millones de naira dentro del vehículo. Esta suma fue depositada en la sucursal del Banco Central de Nigeria (CBN) en Abeokuta por razones de seguridad.
Tres sospechosos fueron arrestados en relación con este caso y llevados ante la justicia por complicidad en el tráfico de mercancías de contrabando.
Tras una solicitud de entrega de la furgoneta confiscada y del dinero en efectivo, Bankers Warehouse y Access Bank escribieron una carta de apelación al Contador General de Aduanas. Después de considerar los resultados de la investigación y las recomendaciones de la Unidad de Investigación de Aduanas, el Contador General concedió la liberación compasiva de la camioneta y el dinero en efectivo incautados.
Este caso plantea varias cuestiones sobre la seguridad del transporte valioso y el cumplimiento de las normas aduaneras. También pone de relieve el flagelo persistente del tráfico de mercancías de contrabando, en particular arroz extranjero que compite injustamente con la producción nacional.
Con esta historia, las autoridades aduaneras nigerianas envían una fuerte señal de que no tolerarán actividades ilegales y están haciendo todo lo posible para combatir el contrabando y proteger los intereses económicos del país.