Las milicias de Mobondo han vuelto a sembrar el terror en la región, atacando la aldea de Mbuntie el domingo 7 de enero. Este ataque se saldó con la muerte de varias personas, así como con el incendio de numerosas viviendas y escuelas. Los residentes tuvieron que huir a zonas consideradas más seguras, dejando el pueblo completamente desierto.
Según fuentes locales, la milicia llegó a la aldea de Mbuntie a las 5 de la mañana. Belva Ngia, presidenta de la sociedad civil del pueblo de Camp Banku, informa que los atacantes destruyeron iglesias, casas y dos escuelas del pueblo. Aún no se conoce el número exacto de víctimas, pero la magnitud de los daños es innegable.
Este ataque también puso en alerta el territorio vecino de Bagata, separado de Mbuntie por el río Kwango. El diputado nacional electo de Bagata, Garry Sakata, pide mayores medidas de seguridad en la zona para evitar futuros ataques.
Es importante señalar que este ataque se produce sólo dos días después de que el ejército lograra repeler un ataque anterior de la milicia Mobondo en el pueblo de Masiambio. A pesar de esto, la sociedad civil en el territorio de Kwamouth permanece cautelosamente alerta, ya que los milicianos parecen todavía estar presentes y organizados en los bosques circundantes, probablemente preparándose para nuevos ataques.
La situación en esta región es preocupante, pero es necesario saludar el compromiso del gobierno y del ejército para reforzar la seguridad en Kwamouth. Sin embargo, es fundamental permanecer alerta y no bajar la guardia ante esta milicia violenta.
En conclusión, el ataque a la aldea de Mbuntie por parte de milicianos de Mobondo es una prueba más de la persistente inseguridad en ciertas regiones de la República Democrática del Congo. Es esencial implementar medidas de seguridad efectivas para proteger a los civiles y evitar más violencia.