Sudáfrica se está preparando para finalizar su nueva versión del Plan de Recursos Integrados (PIR) a finales de mayo de 2024. Jacob Mbele, director general del Departamento de Recursos Minerales y Energía, anunció durante una conferencia de prensa que el proceso de finalización debería ser para entonces, tras un período de consulta pública.
El borrador del plan ya ha suscitado fuertes críticas desde su publicación la semana pasada. Se aceptarán comentarios escritos sobre el PIR 2023 hasta el 23 de febrero, luego el borrador será revisado en el Consejo Nacional de Desarrollo Económico y Trabajo (Nedlac) antes de ser finalizado.
Según Mbele, el proceso de finalización del PRI ha tardado mucho más en el pasado. De hecho, recordó que el PIR de 2019 estaba siendo estudiado en Nedlac desde hacía un año. Así, destaca la urgencia de finalizar el nuevo plan lo antes posible para no dejar que los supuestos queden obsoletos.
El departamento aún no ha anunciado si celebrará audiencias públicas sobre el IRP, pero Mbele dijo que se está considerando la posibilidad. Sin embargo, ya se han registrado numerosos retrasos, lo que explica la impaciencia y las expectativas en torno a este plan.
Sin embargo, el proyecto IRP 2023 decepcionó a algunos observadores, que notaron la falta de detalles en el documento. Una de las principales críticas es la aparente reducción de la cantidad de energía eólica y solar prevista en comparación con la versión anterior de 2019. De hecho, el plan de 2023 prevé la instalación de sólo 8.083 megavatios de nueva capacidad de energía eólica y solar entre 2024 y 2030, mientras que el plan de 2023 prevé la instalación de sólo 8.083 megavatios de nueva capacidad de energía eólica y solar entre 2024 y 2030. El PIR de 2019 sugirió 15.200 MW para este período.
Además, el proyecto IRP 2023 prevé la instalación de una capacidad de producción de gas mucho mayor que la prevista en el plan de 2019. Además, este nuevo plan propone retrasar el cierre de determinadas centrales eléctricas de carbón para evitar las consecuencias económicas. su desmantelamiento prematuro.
Otra polémica se refiere a la fecha límite para el fin del corte de carga eléctrica, prevista hasta 2027 según el proyecto IRP 2023. Esta situación es preocupante para la economía sudafricana, que lucha por recuperarse. Además, esta fecha de 2027 contradice la ambición del Comité Nacional de Crisis Energética de resolver el problema del deslastre de carga para finales de 2024.
En conclusión, el proceso de finalización del plan integrado de recursos de Sudáfrica genera muchas expectativas y críticas. Queda por ver qué ajustes se harán antes de la versión final, particularmente en lo que respecta a las energías renovables, el gas y el deslastre de carga eléctrica.