«En el centro de la actualidad polaca, la detención del ex Ministro del Interior Mariusz Kaminski ha suscitado fuertes reacciones. Acusado de abuso de poder, fue detenido en el palacio presidencial, lo que provocó la indignación del Presidente polaco Andrzej Duda. En un comunicado de prensa , Mariusz Kaminski declara que está en huelga de hambre para denunciar lo que considera una venganza política y se presenta como un preso político.»
Esta detención se produce tras una sentencia de dos años de prisión impuesta a Mariusz Kaminski, dictada por el Tribunal Supremo el año pasado, antes de ser indultado por el propio presidente Duda. Sin embargo, este indulto presidencial ha sido puesto en duda y algunos cuestionan su validez hasta que el tribunal de apelación haya dictado sentencia.
La situación política en Polonia es tensa desde hace varios años, marcada por acusaciones de subversión estatal y una creciente polarización entre los partidos gobernantes y la oposición. El nuevo Primer Ministro, Donald Tusk, ha prometido romper con las políticas nacionalistas de sus predecesores y trabajar para restablecer las buenas relaciones con la Unión Europea.
Ante esta detención, cientos de activistas del partido Ley y Justicia (PiS) se concentraron frente al palacio presidencial y a la comisaría donde se encontraba detenido Mariusz Kaminski, expresando su apoyo y su enfado.
Este asunto plantea interrogantes sobre el estado de la democracia en Polonia y el respeto de los principios de separación de poderes. Los defensores de los derechos humanos y de la justicia independiente expresan preocupación por el uso del poder judicial con fines políticos.
Es crucial seguir de cerca la evolución de este caso y permanecer alerta ante cualquier signo de violación de los derechos fundamentales y del Estado de derecho en Polonia».