El nuevo primer ministro francés, Gabriel Attal, acaba de ser nombrado por el presidente Emmanuel Macron. Con sólo 34 años, se convirtió en el Primer Ministro más joven de la historia de la República. Su nombramiento pretende dar un nuevo impulso a un mandato de cinco años que lucha por convencer.
A partir del miércoles, Gabriel Attal iniciará la formación de su futuro gobierno. Quiere crear un equipo que encarne el “rearme” y la “regeneración” deseados por el presidente Macron. Ya se han mantenido conversaciones con algunos miembros del gobierno saliente, pero se ha filtrado poca información sobre los nombres de los posibles ministros que serán reelegidos.
Una virtual certeza se refiere a Gérald Darmanin, que debería permanecer como Ministro del Interior. El presidente Macron expresó su confianza en él y Darmanin quiso quedarse en Beauvau. Por otra parte, parece descartada la posibilidad de un puesto en el Quai d’Orsay.
Sin embargo, este nombramiento generó agitación interna dentro del gobierno saliente. Algunos ministros que aspiran a suceder a Emmanuel Macron han expresado su preocupación por el meteórico ascenso de Gabriel Attal. Por tanto, el Primer Ministro tendrá que encontrar un delicado equilibrio para componer su gobierno.
Además, Gabriel Attal también tendrá que encontrar un sucesor para el Ministerio de Educación Nacional, que él mismo ocupó sólo durante cinco meses. Sin embargo, aseguró que la “causa de la escuela” seguía en el centro de sus preocupaciones.
Más allá de la formación de su gobierno, Gabriel Attal también afrontará grandes desafíos. Su nombramiento pretende devolver la «audacia» y el «movimiento» a un mandato de cinco años en dificultades, pero tendrá que hacer frente a una ausencia de mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y a una macroniebla fracturada por la ley de inmigración.
Por último, el nuevo Primer Ministro también tendrá que prepararse para las elecciones europeas que tendrán lugar en junio. Su objetivo será reducir la brecha en las encuestas entre la lista mayoritaria y la del Agrupación Nacional, que actualmente se considera ganadora.
En su discurso de entrega, Gabriel Attal afirmó su deseo de “mantener el control de nuestro destino y liberar nuestro potencial francés”. También prometió reunir rápidamente a las fuerzas clave del país, como los interlocutores sociales y los funcionarios electos locales.
En conclusión, el nombramiento de Gabriel Attal como Primer Ministro pretende dar un nuevo impulso al mandato de cinco años de Emmanuel Macron. Tendrá que formar gobierno mientras afronta desafíos políticos y se prepara para las elecciones europeas. Su juventud y dinamismo se pondrán a prueba en los próximos meses.