La destrucción de millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 en Uganda está en los titulares. El gobierno de Uganda anunció recientemente que destruiría vacunas por valor de 7,3 millones de dólares una vez que expiraran. Estas dosis de vacuna se obtuvieron mediante un préstamo del Banco Mundial y representaron aproximadamente 5,6 millones de dosis.
En un informe presentado al Parlamento por el Auditor General de Uganda, John Muwanga, se planteó otra preocupación por los medicamentos valorados en 8,6 millones de dólares, principalmente antirretrovirales contra el VIH, que también expiraron debido a cambios en las directrices de tratamiento recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.
Las autoridades de Uganda estiman que las pérdidas totales por las vacunas contra el Covid-19 caducadas superarán los 78 millones de dólares a finales de 2024. Según cifras oficiales, el 59% de la población elegible en Uganda está completamente vacunada contra el Covid-19.
Desafortunadamente, esta situación en Uganda es representativa de un problema mayor en África Oriental. Más de 40 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 almacenadas en instalaciones gubernamentales corren el riesgo de caducar en 2021, según un informe de un medio regional.
Esta situación plantea varias preguntas y preocupaciones. En primer lugar, es importante entender por qué estas vacunas han caducado. ¿Se debe a una mala gestión logística o retrasos en la distribución? ¿O está relacionado con cambios en las pautas de tratamiento recomendadas por la OMS? Identificando las causas de estos vencimientos, será posible implementar medidas correctivas para evitar dichos desperdicios en el futuro.
Además, es fundamental establecer sistemas eficaces de vigilancia y seguimiento para evitar que se desperdicien dosis de vacunas. Esto también implica capacitar al personal médico y concienciar al público sobre la importancia de utilizar las vacunas dentro del plazo recomendado.
Finalmente, es fundamental poner en marcha mecanismos de coordinación y colaboración entre los diferentes países de la región para optimizar el uso de vacunas y evitar desperdicios innecesarios. La pandemia de Covid-19 es un desafío global que requiere un enfoque colectivo y unido.
La destrucción de estos millones de dosis de vacunas en Uganda es una triste realidad, pero debería servir como lección para mejorar nuestras prácticas y evitar ese desperdicio en el futuro. La salud de nuestras poblaciones depende de nuestra capacidad para gestionar eficazmente los recursos médicos y actuar responsablemente en la lucha contra la pandemia de Covid-19.