China, un importante actor económico mundial, anunció recientemente un crecimiento de su producto interno bruto (PIB) del 5,2% en 2023, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas. Aunque muchas economías envidian esta tasa de crecimiento, se trata, sin embargo, de la tasa más baja en tres décadas, con excepción de los años marcados por la pandemia de Covid-19.
Después de varios años de restricciones sanitarias relacionadas con el Covid, China levantó estas medidas a finales de 2022, lo que permitió una recuperación económica a principios del año pasado. Sin embargo, esta recuperación se ha debilitado ante diversos obstáculos como la falta de confianza de hogares y empresas, que está impactando en el consumo. Además, una crisis inmobiliaria sin precedentes, el alto desempleo juvenil y una desaceleración económica mundial también han frenado el crecimiento económico de China.
Aunque los economistas predijeron esta tasa de crecimiento, sigue siendo decepcionante ya que no reactiva significativamente la economía. Las ventas minoristas se desaceleraron en diciembre, después de una fuerte aceleración en noviembre, y la producción industrial aumentó ligeramente, pero se mantuvo por debajo de las expectativas. Además, la tasa de desempleo experimentó un ligero aumento en diciembre.
El sector inmobiliario se ve particularmente afectado por esta crisis, y las medidas de restricción del crédito provocaron una caída de los precios inmobiliarios en muchas ciudades chinas. Esta situación tiene un impacto significativo en los compradores y en la economía en general, ya que la compra de bienes inmuebles se considera una inversión segura para muchos chinos.
Ante estos desafíos económicos, China tendrá que encontrar soluciones para reactivar su crecimiento en 2024. Será necesario un mayor apoyo a la actividad económica, en particular apoyando al sector inmobiliario y fortaleciendo la confianza de los hogares y las empresas.
Es importante señalar que la cifra oficial del PIB de China se sigue de cerca debido a la importancia económica del país. Según las previsiones del Banco Mundial, se espera que el crecimiento económico de China se desacelere hasta el 4,5% este año. Los objetivos oficiales del gobierno para 2024 se anunciarán en marzo.
En conclusión, China enfrenta un crecimiento económico lento debido a varios factores, incluida una crisis inmobiliaria y la baja confianza de los hogares y las empresas. El país tendrá que implementar medidas para reactivar su crecimiento en 2024, en particular apoyando al sector inmobiliario y fortaleciendo la confianza de los actores económicos.